El núcleo de San Agustín inició ayer la XXXIII edición de las fiestas en honor a San Antón, una tradicional jornada caracterizada por las actividades lúdicas y la degustación de viandas en torno al calor de las hogueras. La cita se caracteriza porque un grupo de corredores son los encargados de llevar hasta este núcleo a pie la antorcha que prende más tarde la gran hoguera, que volvió a ser este año, como viene siendo habitual prácticamente desde sus orígenes, la de mayores dimensiones de todo el Poniente almeriense. Así, San Agustín se configura, a día de hoy, como el núcleo más representativo de esta festividad y es que tras varias décadas de celebración, esta iniciativa se ha consagrado como una de sus grandes propuestas culturales y lúdicas de este lugar.

Organizada por la Asociación AJUSA con la colaboración del Ayuntamiento ejidense, en esta ocasión se volvió a quemar un importante volumen de leña con el objetivo de que ésta arrojara la mayor cantidad de humo posible, convirtiéndose así en un importante reclamo tanto para vecinos como para visitantes de toda la comarca.

Se trata de una celebración muy esperada en este núcleo, ya que se convierte en un espacio ideal para compartir un rato divertido y donde se reúnen familias al completo para degustar platos típicos de barbacoa, en otras hogueras más pequeñas, pero siempre alrededor del fuego principal, además de disfrutar de fuegos artificiales y de actuaciones musicales. Policía Local, Protección Civil y Bomberos velaron por la seguridad de todos.