Coronavirus Almería

La 'coronaboda' del balermero Lorenzo en Bélgica

  • En Bélgica se permiten los enlaces civiles, pero únicamente pueden asistir los novios y los testigos

  • Transmitieron la ceremonia por videoconferencia para amigos y familiares

  • Pensaban casarse por la iglesia este verano en Balerma

Mascarillas caseras especiales para la boda, a juego con los trajes, para que no falte el beso de recién casados de Lorenzo y Amandine.

Mascarillas caseras especiales para la boda, a juego con los trajes, para que no falte el beso de recién casados de Lorenzo y Amandine. / D. A.

La vida del balermero Lorenzo Rubio Espinosa es una existencia puramente internacional y cosmopolita, así que su boda también habría de serlo. El amor, lo mismo que el dichoso coronavirus, no entiende de fronteras, ni tampoco de pandemias, y si hay que casarse con mascarilla, sin invitados, sin banquete... se hace. Lorenzo y Amandine son el mejor ejemplo. Se han casado en Bélgica en plena crisis mundial, con flores de papel y una exigua representación familiar en la ceremonia, apenas los suegros de Lorenzo, que ejercieron como testigos. La gran boda ‘covídica’, transmitida por videoconferencia a familiares y amigos que difícilmente nadie podrá olvidar.

En realidad los novios iban a tener dos bodas: una ceremonia civil en Bélgica, donde ambos residen después de haberse recorrido el mundo en los últimos años (Francia –donde se conocieron–, Suiza, España, Australia, Nueva Zelanda, Tailandia y finalmente Bélgica), y que “era una ocasión perfecta para que mis padres y hermanos conocieran Bruselas”, indica Lorenzo, y otra religiosa, en verano, en Balerma. La civil se iba a celebrar el 9 de mayo, pero decidieron adelantarla porque, como comenta el feliz recién casado, “esto puede cambiar muy rápido, hay muchas incógnitas en las medidas que los gobiernos toman a medio y corto plazo”, y temían que se suspendiera.

"Los balermeros sabemos arreglarlo todo con un punto de alambre"

La ceremonia religiosa prevista para julio, claro, “es ahora mismo otra incógnita”, añade. “Muchos invitados extranjeros ya han reservado vuelo e iban a aprovechar para pasar sus vacaciones en Almería; y si queremos aplazar, tampoco sabemos cuándo podremos volver a una vida normal y si se podrán realizar reuniones de gran número de personas, así que está todo en el aire”.

Por suerte para ellos, la tecnología hace milagros en estos tiempos, y fueron muchos los invitados que pudieron estar cerca de ellos en tan bonito momento. “Pudimos hacer una videollamada y presenciaron el momento en directo. Lo más positivo es que mi abuelo, que tiene 100 años, pudo verlo también. Mi hermano está confinado con él en su casa para que no esté solo y conectó el ordenador a la tele; así que presencialmente estuvimos sólo cuatro, nosotros y mis suegros”, relata Lorenzo Rubio.

Una bonita imagen post-boda. Una bonita imagen post-boda.

Una bonita imagen post-boda. / D. A.

“Tras la firma hicimos unas fotos al lado del edificio y antes de volver a casa fuimos a saludar a la abuela de mi novia, que también nos vio por videollamada, para que nos viera desde el balcón. Se moría de ganas de bajar pero ya le dijimos que mejor que se quedara en el balcón; y una vez llegados al domicilio comimos cosas muy buenas, como en cualquier día de fiesta, y hablamos con toda la familia de forma pausada”, relata.

"Como los floristas están cerrados hicimos las flores con el papel en el que se enrollan los zapatos y papel de periódico"

La imaginación en este tipo de tesituras es una gran aliada, y de creatividad el nuevo matrimonio, según cuenta este periodista ‘freelance’ y experto en marketing internacional, va sobrado:“como los floristas están cerrados hicimos las flores con el papel en el que se enrollan los zapatos y papel de periódico; y como nos encantan las manualidades, somos muy detallistas y algo ‘tonticos’, trabajamos el tema del reciclaje y realicé mi pajarita con papel a juego con las flores”. También, añade, “mi suegra nos hizo unas mascarillas de tela a juego con el traje, que seguiremos utilizando viendo que se está volviendo obligatorio, y para darle un toque folclórico a la ceremonia, realicé unos anillos con alambre”. Y es que, como reconoce con gracia, “los balermeros sabemos arreglarlo todo con un punto de alambre”.

Pajarita y ramo de novia, ambos de papel, a juego. Pajarita y ramo de novia, ambos de papel, a juego.

Pajarita y ramo de novia, ambos de papel, a juego. / D. A.

En cuanto a la luna de miel, para estos viajeros empedernidos no hay problema:“No tenemos ningún viaje programado. Prácticamente acabamos de llegar de un viaje del otro lado del mundo, y casi que hemos hecho el viaje de novios antes de la boda; la ceremonia religiosa es el único desplazamiento internacional que teníamos planeado y no sabemos nada por el momento”.

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