Dentro de la apuesta estratégica por la Humanización en la asistencia, el Hospital de Poniente ha puesto en marcha un nuevo proyecto para mejorar la atención a las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). La iniciativa, denominada PonienTEA, tiene como objetivo principal facilitar la accesibilidad de menores y personas adultas con TEA al hospital, adaptando la asistencia sanitaria a sus necesidades y habilitando circuitos diferenciados y adecuados.
El TEA es un trastorno del neurodesarrollo, que provoca dificultades en la comunicación e interacción social, en la flexibilidad del pensamiento y en la conducta. Tiene una alta prevalencia, ya que se estima que afecta a uno de entre cada 68 y 69 niños y niñas. Existe una gran variabilidad y cada caso debe abordarse de forma individualizada, pero en general, las personas con TEA tienen deficiencias para la comunicación e interacción con otras personas y suelen presentar comportamientos restringidos, estereotipados y ritualizados. También demuestran tanto hipo como hiperreactividad sensorial.
La pediatra del Hospital de Poniente y miembro del grupo de trabajo PonienTEA del centro, Mercedes Ibáñez, explica que “estas personas pueden tener reacciones exageradas ante determinados estímulos, como luces o ruidos o, en el extremo contrario, no presentar reacción a otro tipo de estímulos que al resto nos resultan dolorosos o irritantes”.
El TEA suele asociarse a otras patologías, entre la que se encuentran el déficit cognitivo, la epilepsia, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad; el trastorno del sueño; los trastornos de ansiedad y otros trastornos psiquiátricos. Igualmente, los niños y niñas con TEA presentan dificultades en el desarrollo de hábitos saludables relacionados con el sueño, la alimentación, el ejercicio físico o la higiene bucal. Mercedes Ibáñez señala que “por todo ello, estas personas tienden a acudir con mucha frecuencia el hospital y a padecer de media un mayor número de problemas cardiacos, respiratorios o neurológicos y mayor tendencia a sufrir accidentes”.
Las visitas de estas personas a un centro hospitalario pueden ser experiencias especialmente estresantes, por la proliferación de estímulos con los que se encuentran (ruidos, luces, tránsito de personas…) y porque suponen una alteración de sus rutinas diarias. El Proyecto PonienTEA pretende ofrecer a estas personas una asistencia sanitaria adaptada a sus necesidades. “Las personas afectadas del Trastorno del Espectro Autista (TEA) y sus familias necesitan y tienen derecho a un sistema de salud que sea comprensivo y que se adapte a sus particulares barreras», señala Mercedes Ibáñez.
La pediatra del Hospital de Poniente subraya que “igual que tenemos rampas en la puerta del hospital para favorecer la accesibilidad a personas con movilidad reducida y no nos parecería aceptable que estas rampas no estuvieran, las personas con TEA tienen otro tipo de barreras que no son arquitectónicas, y hay una serie de medidas que se pueden llevar a cabo para facilitar su acceso al hospital y que su asistencia sanitaria sea lo menos traumática posible”.
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