Huércal de Almería

Defensa del Canal de San Indalecio denuncia "contradicciones" en torno al acueducto de Las Cumbres de Huércal

Defensa del Canal de San Indalecio apunta a "contradicciones" en torno al acueducto de Las Cumbres de Huércal

Defensa del Canal de San Indalecio apunta a "contradicciones" en torno al acueducto de Las Cumbres de Huércal / Rafael González (Almería)

La Plataforma en Defensa del Canal de San Indalecio y la Cultura del Agua, constituida por la Asociación Amigos de la Alcazaba, Vecinos Huércal de Almería, Ecologistas en Acción, Asociación de Vecinos La Palmera, Grupo Ecologista Mediterráneo y Acuíferos Vivos, volvieron a clamar ese jueves ante la próxima construcción de una urbanización en el barrio de Las Cumbres de Huércal de Almería que "va a terminar con el legado histórico y patrimonial de la cultura del agua que representa el acueducto de Las Cumbres", según afirman.

Como portavoz de la Plataforma, la presidenta de Amigos de la Alcazaba, María Teresa Pérez, narraba cómo el acueducto de Las Cumbres quedó sin protección legal “con todas las de la ley", una situación "lamentable y un ejemplo muy significativo de lo que ocurre con buena parte del patrimonio almeriense: en Almería se destruye el patrimonio con la inestimable colaboración de todas las partes implicadas”.

Pérez informaba de que “fue un grupo de vecinos de Huércal quien se puso en contacto con nosotros para denunciar que el acueducto iba a ser destruido. Inmediatamente acudimos a Cultura para recabar información directa, quien nos informó que lamentablemente el acueducto estaba desprotegido legalmente, pese a los indudables valores patrimoniales que posee”.

Tras un largo proceso de investigación e incoación de un expediente  la Junta de Andalucía resolvió proteger en 2015 (Orden de 29 de mayo) e inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, de manera colectiva 46 elementos relacionados con la Cultura del Agua de los municipios de Santa Fe, Gádor, Benahadux, Huércal y Almería. Entre ellos el acueducto de Las Cumbres.

Sin embargo, cinco meses después, en BOJA de 14 de octubre una “corrección de errores” eliminaba este acueducto de la inscripción, quedando desprotegido. Ante esto, el Ayuntamiento de Huércal de Almería atribuye la desprotección municipal a corporaciones pasadas, cuando aprobaron el Plan Parcial en 2008 que no recogió la protección del acueducto, pese a que, en palabras de su alcalde, Ismael Torres, “es uno de los elementos emblemáticos del municipio”.

Sin embargo, explican desde la Plataforma, sí anunció su deseo de que “al menos se reconstruyera una parte, en un lugar aún sin determinar. Por nuestra parte solicitamos que se concretase ese proyecto y se nos informara del mismo. El alcalde sugirió una nueva reunión, para que se sumara la empresa constructora que “generosamente” asumiría la realización y coste de la obra. Unos días después, antes de esta segunda reunión, el Ayuntamiento proclamó ante todos los medios de comunicación que salvaría una parte del acueducto, del que glosaba sus valores como “ejemplo de la arquitectura del agua de la zona””.

La Plataforma explicaba que en esta segunda reunión la empresa Alvores desveló que la Junta de Andalucía había atendido a sus alegaciones para que el acueducto no fuera incluido en el expediente de la Cultura del Agua. “Y efectivamente en la documentación que nos remitió puede comprobarse que su alegación era por “la naturaleza urbana de las parcelas afectadas y el proceso de urbanización al que están sometidas” y que dicha alegación fue atendida por Cultura. La Delegación de Almería de entonces no solo admitió estas razones sino que además añadió otra: no se protegía el acueducto porque además “existen elementos de características similares en el expediente”.

"Hay que señalar que el terreno urbanizable dispone de casi 5.000 metros cuadrados libres, en los que podría haberse integrado el  acueducto y así responder a la responsabilidad social que debiera tener una empresa con el patrimonio de su propia tierra", lamentan desde la Plataforma.

María Teresa Pérez afirmaba que “en esta segunda reunión volvimos a reiterar nuestro deseo de conocer el anunciado proyecto, cuando se realizara, pero deseamos hacer constar que el diálogo se ha interrumpido, y tanto la empresa como el Ayuntamiento no han respondido a nuestros escritos ni a nuestras llamadas. En cualquier caso, esperamos y deseamos que el compromiso siga adelante para que al menos se conserve la memoria del acueducto”.

El Canal de San Indalecio creado para regar la vega de Almería a finales del siglo XIX es la columna vertebral de todo este patrimonio hidráulico, que a lo largo de 19 kilómetros desde su captación de aguas recorre los municipios de  Santa Fe de Mondújar, Gádor, Benahadux, Huércal de Almería y Almería.

Se trata de un patrimonio que  -como señala la Orden 29/05/2015 antes referida- “reúne valores históricos, arquitectónicos, etnográficos, sociológicos y económicos que justifican su protección, presentando tipologías diversas que muestran diferentes modos de implantación en el medio y están relacionadas con actividades económicas, prácticas arquitectónicas, relaciones sociales y territoriales, vinculación con el entorno, aprovechamientos agroganaderos, etc. Estas construcciones son fundamentales para entender el abastecimiento hidráulico de la ciudad de Almería y su vega, siendo fabricadas para la captación, el almacenamiento y el reparto de agua en las huertas que rodeaban el núcleo urbano. Actualmente, se conserva una gran diversidad de inmuebles entre los que destacan: partidores, balsas, acequias, acueductos, pozos, caracoles, lumbreras, puentes, boqueras, molinos, etc., todos ellos relacionados con el almacenamiento y conducción del agua en una comarca semiárida”.

Desde la Plataforma concluyen que “esta situación es lamentable. Pensamos que la protección de los bienes  patrimoniales ligados a la cultura del agua debía ser vital para Almería,  porque vivimos en un medio semiárido y en grave peligro de desertificación; porque  estos bienes: acueductos, balsas, acequias, partidores, fuentes… son testigos de una época en la que la Almería de las dos vegas y el valle del Río fue más verde y más fértil que nunca a lo largo de su historia”.

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