Huércal de Almería

Una importante obra de ingeniería para cultivos y el abastecimiento

  • Acueductos y balsas forman el Canal de San Indalecio a lo largo de todo el municipio

Acueducto de la Rambla de Las Mascaranas Acueducto de la Rambla de Las Mascaranas

Acueducto de la Rambla de Las Mascaranas

Acueductos y balsas recorren el Huércal de Almería desde su límite norte con Benahadux hasta el sur con Almería. Algunos de ellos, como la balsa de El Canario, ya ocultos bajo nuevas construcciones; otros, todavía levantados, imponentes, como el de Zamarula. Todos ellos formando el Canal de San Indalecio, construido para poner nuevos espacios en cultivo y abastecer a la poblacion huercalense ya desde el siglo XIX.

Hasta finales de esa centuria, el riego en el margen izquierdo del Bajo Andarax se encontraba circunscrito al alcance de acequias y boqueras que desde antiguo había regado las zonas de inundación del río, según se explica en el Archivo Histórico huercalense. A estos regadíos se sumaban algunas localizaciones específicas, como el entorno de La Peinada, donde las norias conseguían una aportación de agua de distribución restringida.

Desde mediados del siglo XIX, la intensa actividad minera del plomo permitió a políticos y grandes terratenientes enriquecerse y comenzó a gestarse una ampliación efectiva del regadío, que pondría en cultivo los grandes espacios llanos situados en el margen derecho del río, fuera de la llanura de inundación y por tanto de las acequias y boqueras, al tiempo que mejoraría el abastecimiento urbano de la ciudad.

Ello llevó al estudio de realización de una importante obra de ingeniería que atravesara cerros y barrancos y mantuviera el nivel de afloramiento de la Fuente de Benahadux hasta alcanzar las zonas altas de Almería, superando el umbral de Los Callejones.

El proyecto encontró mucha oposición en la capital, donde se auguraba su fracaso. Con el fin de llevar adelante el proyecto, se constituyó la Sociedad de Nuevos Riegos San Indalecio, formada por un centenar de socios. Al utilizarse la Fuente de Benahadux para nutrir el Canal de San Indalecio, se estableció que este se sirviera de los excedentes de la misma, reservando 300 metros cúbicos por hora para los propietarios del vecino municipio benaducense.

Sin embargo, con el tiempo, la ampliación de la superficie regable y la merma de caudales hicieron necesaria la obtención de agua desde otras fuentes, realizándose importantes pozos atendidos por motores diésel o eléctricos que empezaba a permitir la tecnología de la época. Los pozos de La Viña, Zamarula o Piedra Negra, puestos en marcha en distintas épocas, son ejemplos significativos.El Canal de San Indalecio comienza en Huércal de Almería con el acueducto oeste de El Cancón -o de Briseis- y el Acueducto de Zamarula.

Más adelante, un nuevo acueducto conectaba el Canal con la gran balsa de riego del Cortijo Villa Rosa y lo mismo ocurre con el que conecta con el aljibe de Las Cumbres.

El conjunto hidráulico de La Peinada, creado con el doble fin de extraer agua del subsuelo y remontar la misma hasta cotas más elevadas; a escasos metros, la balsa circular de Villa María. Continuando en dirección a la capital, en el barrio de Los Pinos el nuevo edificio de la Jefatura de la Policía Local de Huércal de Almería cubre la balsa pentagonal de los 5 Picos, ahora en los sótanos de la comisaría. Los acueductos de las ramblas Rubiano y Las Mascaranas constituyen dos de los elementos de pontonería más significativos de la etapa antigua del Canal de San Indalecio.

Mientras, sumla balsa de El Canario, situada junto a la carretera nacional, ha quedado sepultada recientemente bajo la construcción de un nuevo parque comercial.

Con el paso de los años, la efectividad del Canal de San Indalecio se fue perdiendo a medida que se agotaban los caudales y los cultivos huercalenses cedían en competitividad. A pesar de ello, explica el Archivo Histórico huercalense, todavía siguen en funcionamiento determinadas partes del mismo como es el caso del entorno de Briseis.

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