Níjar

San Sebastián sale a hombros y se da un baño de popularidad

  • Los nijareños pasearon ayer a su patrón por las calles de la Villa en el día grande de sus fiestas.

Los nijareños pasearon en la matinal de ayer la imagen de San Sebastián, uno de sus patrones junto a San Isidro Labrador, por el Casco Antiguo y otras calles de la Villa de Níjar en el día grande de sus fiestas patronales con un buen nivel de participación, ceremoniosidad en el respeto de las formas y cierta solemnidad en el resultado final.

La misa que ofició el cura-párroco de la Villa de Nijar, y también de la barriada de Huebro, José Rodríguez Bonilla, abrió el orden del día de la jornada por su lado más religioso. El final de la eucaristía, con la bancada de la Iglesia de La Anunciación repleta de fieles, dio lugar a uno de los actos más emotivos.

La Banda de Música de la Asociación Cultural de Nijar saludó entonando el himno nacional la salida desde el interior del templo de la imagen de San Sebastián que alcanzó la calle a hombros de una veintena de costaleros, en una novedosa decisión sin referentes, que vestían de traje, pantalón y zapatos negros con camisa blanca, y su capataz al frente con la mismo atuendo.

La inocencia de seis niños, de rojo y blanco; ocho mujeres de la Asociación Cultural Las Refajonas y las Hermandades de Santa María y del Santísimo Cristo Cautivo, del barrio de Los Nietos, con sus abanderados y estandartes, abrieron el cortejo junto con un grupo de niñas con unas canastillas donde llevaban roscos que entregaron durante y al final de la procesión, que se inició con 12 grados y finalizó con tres más.

Por detrás de la imagen del Santo Patrón, la alcaldesa nijareña, Esperanza Pérez Felices, y el cura-párroco José Rodríguez Bonilla encabezaron la comitiva, formada por la Banda de Música y numerosos fieles. La procesión recorrió el Casco Antiguo, siguió por el barrio artesano de Las Eras y del Horno antes de enfilar el camino de regreso por las calles García Lorca y Andalucía y volver al punto de origen después de 90 minutos de recorrido, música y media docena de ‘levantás’.

El grupo de danzas de Las Rejajonas realizó una demostración express de su arte antes de que la imagen del Santo Patrón ingresara en la Iglesia Parroquial, donde su titular cerró el acto al doble grito: ¡Viva San Sebastián, Viva Nuestro Patrón!

La versión pagana le tomó el testigo a la religiosa con unas migas nijareñas, otra de las novedades del programa de esta edición, a base de tomate cherry, panceta y chistorra. Entre 300 y 400 personas dieron cuenta en un santiamén de los 60 kilos que preparó una empresa en una paellera higante, en La Glorieta.

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