Níjar

La Villa se cita para comer castañas asadas y beber anís

  • La degustación popular será mañana (19:00 horas) en la Plaza de La Glorieta, por iniciativa de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo.

Son muchas las localidades de la provincia de Almería que saludan la llegada del otoño con las fiestas de las castañas, cargadas de tradición y simbolismo. Paterna el Río es el referente de todas, por ser este municipio el que acapara el 80 % de la producción provincial de este fruto, de un alto valor nutritivo.

La Villa de Níjar, miembro de la Asociación de los Pueblos Más Bonitos de España desde el pasado 1 de enero, no quiere ser menos que el resto y la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo de la Villa, por petición expresa de sus asociados, ha programado una castañada para mañana, viernes, en la Plaza de La Glorieta, a partir de las 19:00 horas.

La degustación popular se acompañará de anís, buñuelos de chocolate, música y mucha convivencia y camaradería entre los vecinos de la Villa. La celebración de castañadas también se hace extensiva a otras pedanías del municipio como son los casos de Atochares y Los Albaricoces.

La tradición recuerda como las gentes de Níjar se juntaban en la noche de víspera de Todos los Santos para explicarse historias de terror y tomarse las castañas y el anís en un ambiente familiar o con los amigos. El encuentro se celebraba bajo la organización de la Asociación de Mujeres de la Villa, en el local que este colectivo tenía en la calle del Parque, justo sobre el edificio de Correos, y respondía al nombre de la 'Noche del Quijareo'.

La convocatoria era abierta, fueron o no sean socio y, los únicos requisitos necesarios para asistir pasaban por acudir disfrazado acorde con la Noche de Difuntos o de negro, y aportar algo de comida y bebida para compartir entre todos los presentes.

Las leyendas populares cuentan que antaño, durante la noche de Todos los Santos, vigilia del Día de los Difuntos, las campanas de las iglesias tocaban toda la noche. Tocaban a muerte hasta el amanecer para avisar de que había llegado la hora de rezar a los difuntos. Amigos y familiares acompañaban a los campaneros en su difícil cometido , mientras compartían castañas.

Se trata de una celebración muy popular extendida por otros muchos puntos de la geografía nacional, aunque en cada localidad existe una tradición diferente. Así, en Galicia, las castañas asadas se comen con vino nuevo de la cosecha y con chorizos, y se salta sobre la hoguera donde se asan las castañas porque la tradición dice que trae suerte.

En Asturias, estos frutos se comen con sidra dulce. En Cataluña, se bebe vino dulce moscatel. En el País Vasco se acompañan de caracoles. En otras zonas, es tradicional tiznarse la cara con los restos de la hoguera, con los carbones donde se asan; saltar las hogueras, contar cuentos y cantar canciones populares.

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