El ambiente festivo reinó en la romería de regreso de la Virgen del Rosario a Huebro. La imagen, que ha permanecido una semana en la iglesia de la villa de Níjar donde se le ha dedicado una semana mariana repleta de cultos y eventos, salía en la mañana de ayer en una carreta tirada por bueyes en Romería hasta su templo. El evento contó con mucha participación y ha despertado una gran expectación entre los vecinos de toda la comarca. Y es que es cabe recordar que es la primera vez que se celebra esta romería, pues es la primera vez que se consigue que la Virgen abandone su templo.

Pasadas las diez de la mañana, daba inicio el caminar de los peregrinos tras la carroza con la Virgen del Rosario, que encabezaba el cortejo. El buen tiempo acompañó e hizo más vistoso este traslado, que muchos desean se convierta en una romería que perdure en el tiempo.

A buen paso, y bajo un ambiente festivo y familiar, se recorrieron los kilómetros que separan la villa de Níjar de Huebro, donde sobre las 12 de la mañana llegaban los peregrinos que arropan a la santa. Una vez en Huebro, se ofició una santa misa, con la que se culminó la romería. Tras ello, todos los asistentes pudieron disfrutar de una paella gigante y otros manjares en un día de fiesta en la que la protagonista ha sido la Virgen del Rosario.