El municipio de Níjar sigue inmeros en su amplio programa festivo para honrar a San Sebastián. No en vano, este próximo día 28 de enero se cierra con la actuación de los grupos de baile infantiles de la profesora Bienve Nieto en el CAE de Níjar a las cinco de la tarde. Pero estos últimos días se han sucedido numerosos eventos y festejos, principalmente durante el fin de semana. El sábado tuvo lugar una audición de los alumnos de la Escuela Municipal de Música y Danza de Níjar a las cinco de la tarde; y a las ocho de la tarde, misa y ofrenda floral de los nijareños para honrar a su patrón.

El domingo, a las once de la mañana se celebró la Misa Mayor, en honor a San Sebastián, seguida de la procesión, que estuvo acompañada por la Banda de Música de la Asociación Cultural Níjar.

San Sebastián, es el patrón de Níjar, desde las campañas de los cristianos al frente de Don Juan de Austria para el sometimiento de los moriscos sublevados. Don Juan de Austria era muy devoto de este santo, por ello, los pueblos por los que pasaban sus tropas, eran puestos bajo la advocación de éste.

La concejala de Cultura, Yolanda Lozano, ha señalado que "hemos preparado una programación para conmemorar San Sebastián en la que los niños y mayores de nuestro municipio serán protagonistas y en la que no faltarán distintos actos en honor a nuestro patrón. Esperamos que todos los nijareños disfruten de estos días y que participen en las diversas actividades, entre las que no puede faltar el tradicional castillo de fuegos artificiales. Queremos dar las gracias a la Asociación Cultural Níjar y a la profesora Bienve Nieto y sus alumnos por colaborar con nosotros para preparar este programa. También quiero destacar la labor de los profesores de la Escuela Municipal de Música y Danza, así como la implicación de sus alumnos en las diversas actividades que se realizan desde la Escuela".

Una de las costumbres durante la procesión de San Sebastián es el llevar roscas de pan al santo, las cuales, después, se reparten en la parroquia. Esta costumbre, viene de la época en la que, este día la parroquia repartía pan entre los pobres del pueblo, que aún se conserva como parte de ese pasado y tradición.