Níjar

La zambombada, tradición de gran arraigo en Níjar, se pone a la cola de la COVID-19

  • El alcaduz es el nombre de la zambomba a nivel local. Se tocaba en las casas y en la Iglesia de la Anunciación de la Villa

La localidad de Níjar está fuertemente ligada a su pasado y tradiciones. Una de ellas es la reunión de vecinos para cantar villancicos al ritmo de la zambomba. Esta experiencia, muy arraigada, se verá interrumpida durante estas Navidades para evitar la propagación de la COVID-19.

Este ritual se ha celebrado tanto en la Parroquia de la Anunciación, de la Villa de Níjar, como en las propias casas. Este tradicional instrumento musical navideño cuenta con un gran arraigo en la localidad y con tradición en su fabricación. Su elaboración es a mano, con barro y piel de choto.

El nombre autóctono de esta última es el de alcaduz y es originario de Níjar, donde tradicionalmente se utiliza en la “fiesta de la zambomba “, según consta en el Centro Documental de Música de Andalucía. La zambomba se ha utilizado durante el ciclo navideño. Las reuniones de zambomba se iniciaban en la fiesta de la Inmaculada, 8 de diciembre, y terminaban después de Navidad.

En estas celebraciones, reuniones festivas y de trabajo se citaban familiares, amigos y vecinos. La zambomba -caja de resonancia- se ha elaborado tradicionalmente a partir de elementos de deshecho que tenían a su alcance, que formaban parte del ajuar doméstico o estaban asociados al trabajo.

La piel o vejiga la obtenían de los animales de su entorno o del ganado mayor, llevaban a cabo la curación de la misma, que varían según las zonas. El carrizo lo cortaban y pulían y cada familia elaboraba su zambomba. Esta caja de horno procede de la Alfarería “Los Góngora” y se utilizaba para colocar y preparar la cerámica en el horno para su cocción. Posteriormente, se ha reutilizado como zambomba.

En la Comarca de Níjar, comenzaba la “fiesta de la zambomba “en el mes de noviembre, el de los santos, y ha estado presente en la fiesta de la matanza del cerdo. El tipo de afinación de este instrumento es indeterminada y sus materiales sonoros son una caja de resonancia de cerámica cocida, membrana de piel de choto y varilla de carrizo.

Este instrumento tuvo presencia antaño. Manuel de Falla escribió “Cantares de Nochebuena”, para voz, guitarra, chicharra y zambomba. Luis de Góngora (1561- 1627), en su romance: “Apeóse el caballero” ya habló de la zambomba: “Cantando viene contenta y valiente por su mal, la vasija hecha instrumento, este atrevido cantar”, dejó escrito.

La estrecha relación de Níjar y su comarca, junto con otros municipios de la provincia, dio testimonio el concierto de ‘Zambomba Flamenca’ que ofreció el 27 de diciembre de 2014 la cantaora ejidense Ángela Cuenca en el Centro de Artes Escénicas de la Villa de Níjar dentro de una gira por Dalías, El Ejido y Almería.

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