Provincia

La oposición pide al PP que se amplíe la temporada de turismo de mayo a octubre

  • El Ayuntamiento de Mojácar ha dado por finalizada la temporada de playa el pasado 15 de septiembre y ha retirado la información de las banderas

En el último pleno en el Ayuntamiento de Mojácar los grupos de la oposición mostraron su perplejidad por el cierre de las playas el 15 de septiembre, cuando la temporada se inicia en julio, lo que significa apenas dos meses y medio de temporada a pesar del buen clima del que gozamos.

El portavoz socialista en el Ayuntamiento, Manuel Zamora, acusó a la alcaldesa del PP de cerrar  la temporada en la playa quitando socorristas, eliminando la información de las banderas, y dejando abandonados los accesos y las playas tras los días de tormenta, tal como han denunciado vecinos y propietarios de los negocios, y como se observa en las fotografías.

Para la oposición, “lo contemplado en el folleto turístico del Ayuntamiento, en el que se puede leer que la temperatura del agua y el clima hacen posible el baño todo el año, es pura demagogia si no se atiende a las playas y a los visitantes, y una forma de acortar de facto la temporada turística”. Por ello, han solicitado que se incorporen los meses de mayo, junio, septiembre y octubre a la temporada turística, y que se mantengan en esos meses los servicios necesarios.

“La desidia que supone el no intentar que Mojácar se beneficie de su máximo potencial turístico contrasta con los gastos extras que acomete el Ayuntamiento de manera generosa”, señalan los concejales de la oposición. Y ponen como ejemplo los 127.000 euros empleados en traer más policías de otros lugares a Mojácar en julio y agosto (además de los propios del municipio), o los incrementos constantes en los precios de obras que promueve el Ayuntamiento, como es el caso de la rotonda del Parque Comercial, que ha supuesto un sobrecoste de más de 16.500 euros, el 60 % más de lo que estaba presupuestado.

Además, la oposición critica a la alcaldesa, Rosa María Cano, “porque tiene tanta obsesión con algunos chiringuitos, que no ha dudado en subirse este verano  a los coches de policía para tratar de amedrentar e intimidar a sus clientes, en vez de preocuparse por cuidar la imagen de Mojácar mejorando sus playas y ofreciendo servicios de calidad”.

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