El Boletín Oficial del Estado recogió ayer una buena noticia para los conductores almerienses y, en general, para todos los que habitualmente transitan por uno de los principales nudos de las comunicaciones de la provincia: el tramo de la Autovía del Mediterráneo (A-7) entre la capital y Aguadulce. Habitualmente este tramo de apenas algo algo menos de diez kilómetros soporta un considerable volumen de tráfico, habituales retenciones o tráfico lento y una siniestralidad mayor, haciéndose imperiosa una ampliación del ancho de la vía que, parece que ahora sí, está más cerca una vez que el Ministerio de Fomento ha dado el primer paso: la licitación del proyecto de redacción de dichas obras.

Hace casi una década, en 2008, la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento ya solicitó una actuación en esta zona, concretamente en un tramo más amplio (desde el punto kilométrico 429 hasta el 452 en Viator). De hecho, llegó a incluir partidas durante varios ejercicios en los Presupuestos Generales del Estado para este fin, pero no se llegaron a ejecutar. Sí, en cambio, se han acometido obras similares en la misma Autovía y con los mismos fines, en tramos en las provincias de Alicante y Murcia.

El plazo de presentación de las ofertas expira el próximo 29 de noviembre

Lo proyectado por Fomento es la construcción de un tercer carril en la A-7 entre los enlaces 429 y 438, esto es, entre Almería y Aguadulce, a fin de mejorar la capacidad de la vía y reducir las retenciones y la accidentalidad en uno de los tramos "con más tráfico" de la Autovía del Mediterráneo, según se reconoce desde el propio Ministerio.

Según ha indicado el Gobierno a través de la Subdelegación en Almería, el presupuesto estimado de las obras a proyectar, basadas en la construcción de un carril de 3,5 metros de ancho por sentido entre los enlaces mencionados -una distancia de cerca de diez kilómetros-, es de 31,5 millones de euros. En cuanto al presupuesto de la licitación para la redacción del proyecto, el montante asciende a 950.000 euros, según recoge el Boletín Oficial del Estado.

El Ministerio se ha encontrado con algo a su favor a la hora de proyectar esta obra: este tramo de autovía presenta la ventaja de que cuando fue construido ya tenía prevista una eventual ampliación de su capacidad, como finalmente el tiempo ha demostrado que, en efecto, necesitaba. Y es que los túneles de Aguadulce tienen capacidad para tres carriles, así como las estructuras de sus dinteles, que prevén la ampliación del tercer carril por la mediana, lo que permite que se pueda ejecutar la actuación con un coste inferior al de otras semejantes, según se recalca desde la Subdelegación del Gobierno.

Los licitadores tendrán hasta el próximo día 29 de noviembre, fecha en la que se cierra el plazo, para presentar ofertas para la redacción de estos trabajos.

Las obras de aumento de capacidad de esta parte de la Autovía del Mediterráneo deben tener en cuenta dos viaductos a lo largo del tramo, los de La Garrofa y El Palmer, así como los túneles de Aguadulce-Enix y el reciente enlace 431, que desemboca en el núcleo de Roquetas.

Gran parte de la problemática en este tramo tiene que ver no tanto con la propia capacidad de la vía, sino con la congestión que se genera en las entradas y salidas, como suele ocurrir en El Parador, que provocan no solo retrasos y estrés en los usuarios, sino, lo que es más importante, aumenta el riesgo de accidentes por alcances.