Ya están preparadas las tradicionales roscas con huevos que adornan la imagen de San Sebastián en su trono mientras procesiona prácticamente enterrado entre estas famosas hogazas. Lubrín vive hoy uno de sus días más grandes, su Fiesta del Pan en honor a San Sebastián. Días de fervor y devoción para los que desde el Ayuntamiento de la localidad se ha venido trabajando intensamente en las últimas semanas tal y como nos cuenta el alcalde de la localidad, Domingo Ramos.

– Han sido tres años de ausencia¿Qué ambiente se respira ya en el municipio ahora que, al fin, va a poder recuperarse la conocida como Fiesta del Pan?

–Bueno, los vecinos están ansiosos. Hay mucho bullicio. El fervor se siente y se respira. Hay muchas ganas y mucha ilusión entre todos por poder vivir la tradicional Fiesta del Pan.

– Si bien cada año se prepara la programación con especial ‘cariño’, en esta edición todo ha debido ser mucho más especial?

–Siempre lo es, pero es cierto que este año todo el mundo tiene muchas ganas, como en cada edición, pero en esta, tras la ausencia se respira más en el ambiente.

– Entonces, ¿no hay ninguna novedad este año en la programación diseñada?

–Mayor novedad que recuperar una fiesta tan arraigada en nuestro municipio... Pero sí que se ha cuidado especialmente la estética del municipio con los adornos florales de las rotondas de entrada a la localidad, casas blanqueadas, y la entrega de banderas de España y Andalucía que, tal y como se comunicó a los vecinos hace un par de semanas, se han entregado de forma gratuita desde el Consistorio invitando a todos a decorar sus balcones.

– Y cuál ha sido la respuesta de los vecinos.

– Como siempre han respondido volcándose y son más de un centenar los balcones y calles del municipio que están decorados con las banderas entregadas por el Ayuntamiento.

– La procesión de San Sebastián es una tradición centenaria que cada año congrega a más visitantes, este año imagino que aún más.

–Si bien ayer la población del municipio podría decirse que se había duplicado, hoy, el día grande, podríamos decir que se ha triplicado. Tenemos gente llegada desde Madrid o Barcelona y de todas partes que ya se están pidiendo el día en el trabajo para acudir al municipio para ver este festejo tan peculiar.

– Son muchos los municipios que celebran San Sebastián estos días, los mismos en los que el mundo puede recorrerse en pocos días desde Ifema en Madrid, en el marco de Fitur. Qué mayor tesoro turístico que estas fiestas, no?

–En Lubrín son especiales, cómo se viven, el fervor que despiertan. De hecho es el único municipio que tiene el privilegio de tener este festejo considerado de Interés Turístico de Andalucía.

– Pero la peculiaridad no es solo que los vecinos arrojen al santo cientos de roscas y panes a su paso, entiendo.

–Es todo. Es eso, pero también esa peculiar ‘pelea callejera’ que se forma entre los más jóvenes para ver quién consigue el mayor número de roscos de pan, o la maestría con la que ese grupo de vecinos de Lubrín llevan a hombros a la imagen del santo sorteando el inmenso bullicio, y cómo después todos comemos esos roscos de pan con embutidos de la zona. Es un día único. Es día muy especial y quien lo ha vivido lo sabe.

– Al fin hoy, tras la ausencia, Lubrín volverá a ver caer miles de roscos desde los balcones de la localidad al paso del santo, y entiendo que eso conlleva un minucioso Plan de Seguridad Municipal de cara a las fiestas.

–Sí, está todo programado al detalle. Un amplio dispositivo de Policía Local, Guardia Civil, Protección Civil, equipo médico está planificado.

– Unas fiestas además que, dado el alto índice de visitantes, son un revulsivo para la economía del municipio y un impulso para el turismo.

–Por supuesto, es todo lo que se mueve alrededor de estas fiestas. La gente está en la calle, se consume en los establecimientos y restauración de la zona, los productos locales... Es un conjunto de cosas que ayudan en esta temida cuesta de enero a todos.

– Para finalizar, alcalde, ¿qué desea transmitir a los vecinos y visitantes?

–Por supuesto que disfruten, que todos lo merecemos tras tres años de ausencia, San Sebastián también, pero que lo hagan con responsabilidad, como siempre, para que vivamosel que es, sin duda, uno de nuestros días grandes, a lo grande. Como debe ser.