VERA

El colegio Reyes Católicos celebra sus primeros Juegos Olímpicos

  • El jueves fue la gala inaugural coincidiendo con el Día de la Paz

  • Una flecha 'encendió' el pebetero como en Barcelona 92

Los alumnos del CEIP Reyes Católicos de Vera cantan 'Aleluya'. / V. Visiedo P.

El espíritu olímpico ha invadido el colegio Reyes Católicos de Vera. El centro inauguró el pasado jueves sus primeros Juegos Olímpicos que se celebrarán durante la semana próxima con la participación de los alumnos de diferentes ciclos. Se trata de una actividad organizada en el marco del Día Escolar de la Paz, ya que el centro pertenece a la red de Escuela: Espacio de Paz”.

Desde hace semanas los escolares están trabajando en las diferentes clases y materias sobre las olimpiadas. “En cada aula recibieron una carta indicando que el colegio había sido elegido para celebrar los Juegos Olímpicos y desde entonces todos se han involucrado buscando información sobre los juegos, sobre los diferentes países o elaborando las banderas”, explica Macarena Merlos, responsable de la organización del evento.

Gala inaugural

Los juegos dieron comienzo con una gala celebrada en el patio del colegio con la participación de los más de 800 alumnos matriculados en el centro, todos ellos vestidos para la ocasión con camisetas blancas. En primer lugar, un grupo de niños y niñas cantaron la canción ‘Aleluya’, de Leonard Cohen, acompañados al piano y la guitarra por sus maestros Antonio Soler y Luis Gómez, respectivamente.

Con un cuento, la maestra de Religión, Jerónima Caparrós, contó el origen de los Juegos Olímpicos y cómo su símbolo representa la unión, el abrazo, de los diferentes continentes. Pues las olimpiadas son precisamente eso, un espacio de fraternidad entre naciones.

Unidos por la paz durante la gala. Unidos por la paz durante la gala.

Unidos por la paz durante la gala. / V. Visiedo P.

Después, desfilaron por el patio las banderas de las diferentes nacionalidades de los alumnos que van a competir en las pruebas: España, Ecuador, Brasil, China, Marruecos, Argelia y Colombia. Todas ellas portadas por niños de diferentes cursos, mientras sus compañeros movían al aire pequeños banderines.

Llegó entonces el momento más emotivo, cuando hizo presencia la antorcha olímpica, símbolo de los juegos. Fue pasando por las manos de diferentes alumnos, uno de ellos en silla de ruedas, dando ejemplo de integración. Finalmente, uno de los pequeños ‘encendió’ una flecha, la lanzó al pebetero, como hizo en su 1992 Antonio Rebollo en Barcelona, y la llama roja y amarilla de papel celofán prendió marcando el inicio de la competición.

Luego fue el turno para los juramentos, prometiendo que la deportividad reinará en la competición, y la liberación de una paloma blanca, símbolo de la paz, que sobrevoló por las cabezas de los pequeños antes de perderse en el cielo.

Para concluir la gala inaugural, el joven Felipe cantó un rap sobre la paz y luego, todos al unísono interpretaron el Himno de la Alegría. Ahora, ¡que comience la competición!

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