Comedidas y con estrictas medidas de seguridad. Así se han celebrado este pasado fin de semana los festejos en honor al Santo Cristo de la Salud en la Villa de Vícar. Unas fiestas que todos los años suelen congregar a muchos vicarios durante tres días en el corazón de la localidad del Poniente y que esta vez, a causa de la pandemia, se ha optado por una celebración más discreta solo con las actividades religiosas para evitar nuevos contagios. Un paso, al menos, si se tiene en cuenta que se cancelaron el año pasado durante los meses duros de la pandemia. Una restricción que también afectó a todos los festejos de Vícar y que, en esta ocasión, ha podido celebrarse para así recuperar poco a poco la ansiada normalidad.

Y como viene siendo también tradición, el alcalde de Vícar, Antonio Bonilla estuvo junto a los vecinos de Vícar Pueblo en la Iglesia Fortaleza de Vícar en la ceremonia en honor al Santo Cristo de la Salud en la que el alcalde realizó una ofrenda floral.

En la celebración cantó el Coro A nuestro aire y posteriormente a la salida del Santo la Agrupación Musical Virgen de las Angustias tocó en su honor.

Para terminar este momento tan emotivo tuvo lugar un gran Castillo de Fuegos Artificiales.Bonilla espera que el año que viene, con la llegada de la nueva normalidad, los festejos “recuperen todo su esplendor”.