El Palacio del Generalife fue concebido como una villa rural de descanso de los monarcas. Sus jardines, huertos y arquitectura, a través del agua, han dado origen a multitud de leyendas y cuentos, como los escritos por Washington Irving. Es, junto con la Alhambra, uno de los mayores atractivos de una ciudad que todos tienen como mágica. El Patio de la Alberca, de los Arrayanes y la Escalera del Agua son algunos de esos rincones que remiten a los misterios de las mil y una noches.
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