PREGUNTE A LOS EXPERTOS

El consultorio: sobre adopciones y otras cuestiones

«Tuve un hijo siendo menor, no tuve más relación con el padre del niño y él apenas lo conoció. Hoy ya he formado otra familia en la que mi hijo está plenamente integrado y reconocido por mi marido actual (aunque sin sus apellidos). A la edad que lo vi conveniente, le hablé con sinceridad a mi hijo de quién era su padre y le brindé la oportunidad de conocerlo si ese era su deseo. No quiso. A estas alturas que mi hijo ya es mayor de edad, ¿podría el padre de mi hijo obligarme de alguna forma a presentarle a su hijo?» Silvia

Legalmente en este caso, el padre no puede obligar a la madre a ponerlo en contacto con su hijo,  ya que al haber cumplido  éste la mayoría de edad, se ha producido la extinción de la patria potestad  por emancipación (art. 169.2, art. 314 1 y art. 315 del Código Civil).  Desde que un hijo adquiere la mayoría de edad, a no ser que fuera declarados incapaz, en cuyo caso la patria potestad se prorrogaría,  los  padres  no  tienen autoridad legal sobre él, y en éste caso son los propios hijos los que pueden optar libremente entre conocer a su progenitor o no.

Si el hijo fuera menor, el padre sí podría ejercer las acciones legales para mantener un contacto, otra cosa sería la forma de llevarlo a cabo teniendo en cuenta las circunstancias de cada caso. SOLEDAD BENÍTEZ-PIAYA. Abogada socia responsable de Zarraluqui abogados de familia en Málaga.

«Nuestro hijo es adoptado. Él no sabe nada, pero tiene ya 9 años y creemos que es el momento de decírselo antes de que se entere por sus compañeros de clase. Tememos a una reacción negativa porque desde hace unos meses está muy arisco y rechaza nuestros besos y abrazos. Lo achacamos a que está celoso porque tiene un nuevo hermanito. El bebé si es hijo biológico. ¿Cómo afrontamos la situación?» Ernesto y Mariví

Ciertamente deberían haber afrontado antes el problema, pero ya que el menor ha alcanzado esa edad es necesario que lo resuelvan cuanto antes. Los padres suelen posponer el momento de decirlo por temor a las reacciones del niño, sin embargo, al postergarlo pueden ayudar a crear otra situación aún más complicada en donde el niño puede elaborar sentimientos de engaño o desconfianza.

Lo primero que deben hacer como padres es eliminar la idea de la adopción como algo vergonzoso, que hace al niño especial. Si ustedes mismos no están convencidos, difícilmente van a transmitir la imagen de normalidad al niño. Ambos padres deben responsabilizarse del momento, estar presentes y transmitir la información con un lenguaje sencillo, en el que las justificaciones deben estar ausentes. Su discurso debe centrarse en el cariño, el amor que le tienen, para que el niño no piense que es diferente de su hermano.

Pueden servirse de ejemplos de su entorno para hacerle ver al niño que es algo natural. Tal vez unos vecinos o un compañero de clase que se encuentre en la misma situación que él. Enséñenle fotos del viaje que hicieron y, si ocurrió en otro país, de la cultura y lugar en donde nació. No tienen que darle más información sobre sus padres biológicos, ya que ustedes no la tendrán, y nunca mientan. Si más adelante se plantea un viaje para conocer sus orígenes, acéptenlo. Su curiosidad será natural y debe ser satisfecha.  JOSÉ MANUEL AGUILAR. Psicólogo clínico y forense

«A veces mi flujo huele de manera diferente. No me refiero a los días previos a la menstruación, sino días sueltos a lo largo del mes. ¿A qué se debe? ¿Influye lo que se come o se bebe también en el olor del flujo?». Esperanza F.

EL fluido vaginal es el producto de un equilibrio entre las secreciones mucosas, las células muertas que se renuevan y microorganismos saprofitos que mantienen la acidez característica de la vagina y que defiende a la mujer de infecciones por gérmenes patógenos. Las infecciones y la actividad sexual aumentan el fluido de forma característica. La excitación, hace trasudar la vagina y aumenta rápidamente el fluido que es claro y transparente al tiempo que lubricante. Pero las infecciones, a veces crónicas y casi sintomáticas hacen que ese flujo huela mal.

Los ginecólogos estamos acostumbrados a diagnosticar por el olor genital, porque cada infección huele de una forma particular. Muchas veces, la infección se desarrolla más según los diferentes niveles hormonales que acontecen durante el ciclo menstrual, por eso “tiene días”.   La orina, sí que huele diferente según lo que coma, pero su mal olor cuando practica sexo quizás se deba, casi con toda probabilidad, a una infección. Un cultivo de ese fluido en el laboratorio dará la clave para que el médico le ponga el tratamiento adecuado.

Hace cincuenta años, le habría recomendado lavados vaginales con manzanilla y que se colocara unos dientes de ajo dentro de la vagina unos días. Probablemente, también hubiera tenido éxito con este remedio.  MANUEL LÓPEZ DOÑA. Profesor de Sexología de la Universidad de Cádiz.

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