LOTERÍAS Y APUESTAS DEL ESTADO

La suerte se salva de la crisis

  • Las ventas de juegos de azar aumentan en Andalucía más de un 3% mientras la economía baja. Algunos loteros hacen descuentos para atraer a más clientes a pesar de que todos los juegos tienen un precio fijo

Dicen que en época de crisis se vende más. “Ojalá sea así”, suplica Juan Francisco Solís León. El propietario de la administración La Cuatro de Córdoba en la plaza de las Tendillas representa la tercera generación de una familia dedicada, desde 1963, a la venta de Loterías y Apuestas del Estado. Juan tomó posesión en marzo de 2004 y un mes más tarde ya había dado dos premios: la Primitiva y el primer premio de la Lotería Nacional, todo un logro.

El verano está siendo una época muy mala para este tipo de negocios, ya que los clientes están de vacaciones. “A ver quién se atreve a pisar las Tendillas a las cinco de la tarde con el calor”, dice entre risas Juan Francisco Solís. De momento, este lotero no ha visto grandes cambios en sus ganancias, aunque espera que la crisis “de la que tanto hablan en la televisión” no afecte a la venta de Lotería de Navidad. “Aún es pronto pero las asociaciones y hermandades ya han hecho sus reservas. Sólo espero que no devuelvan muchos números”, confía.

 La Organización Nacional de Loterías y Apuestas del Estado (Onlae) señala en su último informe que la venta en juegos de azar ha subido en Andalucía un 3,67% con respecto a los seis primeros meses de 2007. Es la segunda comunidad autónoma que más juega, detrás de Madrid y por delante de Cataluña. Sin embargo, los andaluces son los que menos dinero apuestan.

Almería y Córdoba son las provincias donde más han aumentado las ventas, mientras que en Sevilla y Málaga los resultados son negativos, especialmente en juegos como La Quiniela o La Bonoloto. Éste último es el juego que menos adeptos ha obtenido desde que comenzó 2008. “En líneas generales, la gente compra más pero apuesta menos dinero”, afirma Heliodoro Murillo, propietario de Siroco, en la cordobesa Ronda de los Tejares. Esto explica la reducción de la venta de juegos que permite múltiples apuestas.

La gran sorpresa este año ha sido el Euromillón. “Su bote es muy goloso”, reconoce Inmaculada Merino de la administración número 1 de Villafranca de Córdoba. “Soy la única lotera del pueblo y vienen desde fuera a buscarme”, asegura la cordobesa, famosa por sus múltiples premios. El último fue el pasado mes de junio. Repartió más de 58 millones de euros a un sólo acertante en sorteo de Euro Millones. Éste es el segundo premio de mayor cuantía dado dentro de la Lotería Primitiva en España. “Éste está siendo mi mejor verano. Ya he vendido el 80% de Navidad”, asegura.

Heliodoro Murillo lleva 23 años trabajando en la administración cordobesa de Ronda de los Tejares. Heredó el negocio de su abuela aunque “aquellos eran otros tiempos”. “Ella tenía a varios empleados y sólo se pasaba de vez en cuando para vigilar el negocio”, dice. Este lotero también ha repartido varios premios. El último hace un año: tres millones de euros. “Ya los afortunados no se acuerdan de los loteros. Aquellos sobres con dinero, que disimuladamente el ganador le daba al dueño de la administración, han pasado a la historia”, recuerda el lotero.

Pero a Heliodoro no le preocupa tanto los agradecimientos como los descuentos que hacen otros loteros para atraer a más clientes. “Nuestro sueldo va por comisiones y aunque los precios son fijos, algunos lo bajan”, se queja. “Manejamos dinero del Estado y, para compensar ese descuento, los loteros que lo practican trabajan más, pero consiguen más comisiones en el mismo número de horas que trabajo yo”.

Los datos de Onlae y las declaraciones de algunos loteros afirman que este año se está vendiendo más pero que las apuestas son menores. Pero hay loteros que piensan diferente, como Luis Giménez Porto, propietario de la sevillana administración Sagasta. “La gente sigue jugando igual. Tienen un presupuesto semanal para jugar”. Pese a los nuevos sorteos, el rey de los juegos sigue siendo la Lotería Nacional, aunque, en lo que va de año, sólo ha crecido un 2,2%, con respecto al primer semestre de 2007, según datos de Onlae. “Muchos participan con el mismo número que jugaban sus abuelos”, señala Luis, cuya familia regenta la administración desde 1954.

La suerte también ha acompañado a algunos loteros. “Una vez le tocó a mi padre y me regaló mi primera bicicleta”, recuerda el propietario de Sagasta. Y al cordobés Juan Solís le tocó dos millones de las antiguas pesetas cuando nació su primer hijo.

En época de crisis nunca viene mal un golpe de suerte como los que han caído este verano en Villafranca de Córdoba o en Jerez (Cádiz), donde el pasado mes de agosto el bombo de la Lotería Nacional dejó 600.000 euros en premios, y más de dos millones en lo que va de año.

Muy distinta es la opinión de los cuponeros. El boleto es más barato, 1’50 euros, pero el premio también es menor. Ellos sí han visto bajar sus ventas. “En agosto he vendido más porque muchos compañeros están de vacaciones pero, por lo general, nosotros también hemos notado la crisis”, reconoce Lorenzo Chaves, cuponero en la sevillana calle Tetuán. “Las mujeres gastan menos, porque son las que llevan el dinero para la compra”, señala una cuponera que prefiere no dar su nombre. “Mi marido lleva 20 años trabajando en esto y nunca había devuelto tantos cupones ”, continúa.

Un simple papel con cinco números puede cambiar la vida a cualquiera. Un papel que, a pesar de las pocas posibilidades de ganar, se guarda con recelo. Sólo queda que la suerte acompañe en crisis.

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