Nutrición y salud

Dedicamos menos tiempo a la compra y se abusa de alimentos congelados

La dieta mediterránea es fundamental para mantener un buen estado de salud y contribuye al buen funcionamiento del organismo. Cuando no se sigue estamos más expuestos a los procesos inflamatorios y eso hace que todos los síntomas adversos asociados a determinadas patologías o estados fisiológicos se vean incrementados. Sin embargo el ritmo de vida y los horarios de trabajo no permiten muchas veces acudir al domicilio a comer; o cuando se hace, las prisas o el cansancio determinan, frecuentemente recurrir a un plato preparado o recalentado. Es una realidad que se dedica menos tiempo a la compra y se abusa de alimentos congelados, procesados y precocinados. Además hay una mayor preferencia por las comidas que necesiten poca elaboración.

Como afirma la doctora Maria Jesús Periago, catedrática de Nutrición y Bromotología en la Universidad de Murcia, el nuevo ritmo de vida ha supuesto un cambio decisivo en los hábitos alimenticios y en las formas de compra, preparación y consumo de alimentos. Han aumentado los productos dietéticos, enriquecidos, concentrados de nutrientes, donde se incluyen alimentos funcionales, dietéticos, light o nuevos alimentos. "Este cambio evidente de hábitos alimentarios puede influir en la seguridad alimentaria y la nutrición, afectando directamente en nuestra salud", señala la doctora Periago. Y añade que "el consumidor está más expuesto, y es más vulnerable a los peligros (biológicos, químicos o físicos) que pueden aparecer a lo largo de la cadena alimentaria, sin olvidar que también se expone más a los peligros nutricionales, al ingerir normalmente mayor cantidad de productos procesados que suelen tener un alto valor calórico y son ricos en azúcares y grasas".

Aunque en nuestro país existe una mayor formación en materia de nutrición, todavía existe desinformación del conocimiento básico de los alimentos, procesos alimentarios y de los problemas que pueden tener para la salud. El desarrollo de normativa y legislación alimentaria, la aplicación de controles sanitarios y el desarrollo de nuevos sistemas de control por parte de la administración y en las industrias, reduce considerablemente la presencia de peligros en los alimentos e incrementa la seguridad alimentaria. Sin embargo, hay que tener en cuenta que es imposible lograr un nivel de riesgo cero, que es el que quiere el consumidor.

Cada vez se identifican más problemas de salud asociados con la alimentación y para estos consumidores el desarrollo de nuevos productos es fundamental. Es el caso de las intolerancias a la lactosa, la enfermedad celíaca, la baja tolerancia a presencia de aminas biógenas naturales, consumidores con patologías específicas tan comunes hoy en día como por ejemplo la diabetes, y la hipercolesterolemia familiar, que hacen que se diseñen nuevos productos con un efecto preventivo, pero también como parte del tratamiento dietético.Estos productos alimenticios no están diseñados para la población en general, si no para aquellas personas que no deben o no toleran los alimentos originales por las causas anteriormente mencionadas. Por ello no es recomendable que sustituyan a los alimentos originales. Seguro.

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