vida sexual

Profundizar en la educación sexual

  • Cuidar la salud sexual no sólo se traduce en prevenir las infecciones, sino también en mejorar desde jóvenes la percepción de la sexualidad

El repunte en infecciones de transmisión sexual (ITS) no se da sólo en nichos como los jóvenes.

El repunte en infecciones de transmisión sexual (ITS) no se da sólo en nichos como los jóvenes. / m. g.

Cuando se habla de cuidar de nuestra salud se piensa en llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio, no fumar, pero ¿y en tener relaciones sexuales de forma sana? Como apunta Carlos San Martín, coordinador nacional del Grupo de trabajo de Sexología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), "la actividad física y sexual favorece a la salud", citando por ejemplo su efecto cardioprotector, o el hecho de que "los hombres con una actividad sexual frecuente tienen menos probabilidades de padecer problemas de próstata", además del hecho de que "se liberan diferentes tipos de endorfinas que generan mayor sensación de bienestar". De hecho, el experto afirma que diferentes estudios apuntan a que cuando se pregunta a los pacientes por la importancia que le dan a la salud sexual en su calidad de vida "más del 85% lo considera como algo muy importante".

Algo que cobra especialmente relevancia en verano, cuando el tener más tiempo libre y estar menos estresados, o el hecho de que el incremento de luz solar y de vitamina D también incremente los niveles de testosterona y, por tanto, el apetito sexual, hace que seamos más proclives a los encuentros sexuales.

Surgen infinidad de casos de disfunciones que son producto de la ansiedad

En este sentido, cuidar de una buena salud sexual, en primer lugar significa asegurarse de que esta sea "una fuente de bienestar y satisfacción" y no el inicio de una enfermedad. Por ello, San Martín alerta de que el repunte en infecciones de transmisión sexual (ITS) no se da sólo en nichos como los jóvenes o la población homosexual, sino que la falta de prevención se trata de un problema generalizado. "Hemos bajado un poco la guardia en este aspecto", recordando la importancia del buen uso del preservativo desde el inicio de la relación genital. Sin embargo, el experto apunta a que otro dato preocupante es el aumento de casos de disfunciones sexuales. Así, Carlos San Martín relata que "estamos observando que hay infinidad de disfunciones sexuales que son producto de la ansiedad" y sobre todo de un modelo de sexualidad demasiado enfocado en el coito y no en la diversidad. Todo ello unido a que "tendemos a vivir la sexualidad casi como un examen, como una prueba".

Esto supone que en las consultas se ven cada vez más "chicos jóvenes con problemas sexuales como la disfunción eréctil". El experto apostilla que "se les está condenando a convertirse en pornonativos", es decir, a tomar la pornogafía como único referente ante la falta de una verdadera educación sexual, lo que "predispone a que haya más riesgo de disfunciones sexuales". De forma que quizás el verano sea el momento de mejorar este aprendizaje necesario sobre nuestra sexualidad.

Otra de las claves para disfrutar de nuestra sexualidad está en la salud de los propios genitales. A este respecto, Cristóbal Marchal, urólogo en el Hospital Vithas Parque San Antonio (Málaga), aporta que "es más frecuente, sobre todo en mujeres, que exista un incremento de hongos vaginales propiciado por la humedad, así como de infecciones urinarias, dado que las infecciones vaginales por hongos son un factor predisponente a ellas". En esta misma línea, la sexóloga Judith Viudes añade que "otra causa que puede provocar una cistitis o una candidiasis es la depilación genital excesiva. Cuando nos depilamos y eliminamos el vello, también se elimina una capa protectora de la piel llamada biofilm y esto supone la facilitación de entrada de patógenos. En el caso de la cistitis, el virus se propaga por contacto de piel a piel, por compartir elementos como toallas o ropa, o por el contacto sexual. Además, el agua de la piscinas también puede alterar la flora vaginal o uretral".

De esta forma, Viudes aporta algunos consejos para mejorar la salud sexual en la época estival, tales como no dejarse mucho tiempo el bañador mojado, llevar en lo posible ropa interior de algodón, lavarse las manos siempre antes de mantener relaciones sexuales, intentar evitar una depilación genital integral, además de "intentar orinar después de mantener relaciones sexuales, para evitar la acumulación de bacterias en las vías urinarias". Todo ello unido al uso de preservativo siempre que haya contacto genital.

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