Salud y Bienestar

Los cambios en la dieta no logran revertir el daño hepático

  • La comida sana ayuda a mejorar la salud y perder peso pero no repara las lesiones. Recomiendan bajar el consumo de azúcar.

El daño hepático causado por la dieta occidental común de los países ricos, con alto contenido de grasas y azúcar, puede ser difícil de revertir, incluso mejorando la dieta, según apunta un nuevo estudio.

El trabajo de investigación, publicado esta semana en Plos one por científicos de la Universidad Estatal de Oregon, Estados unidos, indica que una dieta con poca grasa y colesterol ayudó, pero no resolvió plenamente el daño hepático que ya se había hecho. Este daño puede a su vez conducir a problemas de salud más graves , como la cirrosis o el cáncer.

El estudio demostró que las dietas bajas en grasas y colesterol ayudan a bajar de peso, mejoran el metabolismo y la salud; pero apesar de ello, con una dieta rica en azúcar había menos recuperación del hígado.

El hígado graso no alcohóluico es un problema ligado a los estilos de vida y de creciente incidencia. "Hay mucho interés en encontrar maneras de ayudar al hígado a recuperarse de este daño, pero esta investigación sugiere que las dietas bajas en grasa y colesterol, aunque te ayudan a bajar de peso, no son suficientes", explica Donald Jump, profesor en la universidad de OSU de Salud Pública y Humano Ciencias, investigador principal en el Instituto Linus Pauling, y autor de esta investigación.. "Para la recuperación más significativa del hígado, el consumo de azúcar tiene que bajar, probablemente junto con otras mejoras en la dieta y el ejercicio". Su equipo está tratando de averiguar si algunos de los tipos de manipulación de la dieta que la gente utiliza, tales como la pérdida de peso basado en una dieta baja en grasas, ayudarán a resolver el problema. Sin embargo, una preocupación común es que muchos alimentos etiquetados como 'bajos en grasa' tienen niveles más altos de azúcar para mejorar su sabor.

En este trabajo, los científicos estudiaron a dos grupos de ratones de laboratorio que habían sido alimentados con una dieta occidental típica para luego cambiar a a diferentes patrones dietéticos más saludables, bajos en grasa y colesterol.

Las dietas mejoradas provocaron mejoras en la salud y pérdida de peso. Un grupo que se siguió alimentado con una dieta rica en azúcares, comparable a la dieta humana habitual, tenían niveles significativamente más altos de inflamación, estrés oxidativo y la fibrosis hepática.Los aurtores creen que aun queda mucho para lograr concretar las vías que ayuden a revertir el daño hepático.

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