Carmen de Pablo. Ex presidenta Sección de Cardiología Preventiva de la Sociedad Española de Cardiología

"Los casos de bajo riesgo acudirán al centro de salud"

La doctora Carmen de Pablo ha sido presidenta de la Sección de Cardiología Preventiva y Rehabilitación Cardíaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). Una tarea que ha compaginado con su trabajo dentro de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

-¿Cuál es la situación actual de la cardiología preventiva?

-Estamos lejos de los estándares. Los porcentajes no son los que deberíamos de tener, sobre todo en rehabilitación cardíaca, ya que somos de los países donde menos programas de este tipo existen. Sólo tienen acceso a ella un 4% de la población frente al 50 o el 90% registrado en otros países. Por ello, y dado los beneficios que aporta se está intentando aumentar el número de unidades de rehabiltación cardíaca.

-¿A qué  se deben estas cifras a las que hace alusión?

-En primer lugar a las políticas sanitarias, ya que a veces tienen otras preferencias en las que los resultados se ven a corto plazo y son por tanto más atractivas para invertir. Además, las nuevas generaciones de cardiólogos cada vez ven menos atractivos los aspectos clínicos y de prevención. Les gusta menos hablar con el paciente y hacer más técnicas, como puede ser una ecocardiografía. Y por último, la falta de exigencia por parte de la población, quien debería de pedir estos recursos.

-¿Qué pacientes deben hacer rehabilitación?

-Yo diría, aunque sé que hoy no es posible, que deberían hacerla todos los cardíopatas, pero habría que diferenciar los niveles. En principio donde más se está haciendo hoy en día es en las cardiopatías isquémicas, en insuficiencia cardíaca y en angina de pecho. Después hay otros casos en los que también es beneficioso como en un recambio valvular, una cardiopatía congénita operada o una persona con un marcapaso por arritmia. Incluso se ha hablado, aunque es una utopía pensar en ello hoy en día, en la indicación de este tipo de programas para las personas que tiene muchos factores de riesgo para padecer este tipo de enfermedades.

-¿Qué elementos debe incluir este tipo de programas para que sea completo?

-Tiene que constar de un control de los factores de riesgo, un entrenamiento físico individualizado, un control psicológico (que implica una parte educativa) y una valoración laboral, por si fuera necesario una adaptación antes de incorporarse a su puesto de trabajo. Con toda esa conjugación conseguimos que se mejore la calidad de vida del paciente, reducimos las complicaciones en el futuro y retrasamos la mortalidad entre un 25 y un 30%.

-¿Cuáles son los últimos avances en este terreno?

-Con respecto a la rehabilitación cardíaca y en concreto en la parte de entrenamiento ha habido novedades en los últimos años. Antes se pensaba que lo mejor era el ejercicio aeróbico y se ha descubierto que también es beneficioso el entrenamiento de resistencia, el cual es recomendable realizar dos o tres veces a la semana. No obstante, es importante señalar que debe hacerse siempre como complemento al primero y nunca de forma excluyente. Éste es un entrenamiento de la potencia de la musculatura a través de ejercicios con pesas, bandas elásticas o aparatos de musculación. Es fundamental para las personas mayores y los pacientes con insuficiencia cardíaca porque les va a permitir hacer actividades de su vida diaria que antes no podían.

-¿Qué queda por conseguir?

-El reto es que se aumenten el número de unidades de rehabilitación cardíaca y que estos programas se puedan desarrollar también en los centros de salud en los casos de pacientes de bajo riesgo, consiguiendo una buena coordinación con los médicos de atención primaria.  Así, se conseguiría llegar a toda la población y se optimizarían los recursos.

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