Las claves de la enfermedad

Actualmente sólo el 10% de las pacientes terminan desarrollando daño hepático

Hasta hace sólo unos años, la colangitis biliar primaria (CBP) se conocía como cirrosis biliar primaria. Sin embargo en mayo de 2014, un grupo de hepatólogos reunidos en el Congreso de la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL) en Milán, propusieron este cambio de nombre para esta enfermedad debido a que, gracias a los nuevos tratamientos, sólo un 10% de los pacientes terminaba desarrollando este daño hepático avanzado a causa de la progresión de la enfermedad. Además al cambiarle el nombre la enfermedad se desligaba también del color amarillo característico de la ictericia, uno de los síntomas de la cirrosis.

La colangitis biliar primaria (CBP) es una enfermedad hepática rara de carácter crónico y posible origen autoinmune que se estima que puede afectar a casi 10.000 personas en nuestro país, en un 90% de los casos a mujeres de entre 35 y 60 años, es decir, en edad laboral y, en muchos casos, también en edad reproductiva. Por eso, con motivo del Día Mundial de esta enfermedad, que se celebra cada segundo domingo del mes de septiembre tuvo lugar la I Jornada Mujeres proactivas y CBP, conducida por Esther Vaquero, conocida y experta presentadora.

Durante el acto se puso de manifiesto la importancia del diagnóstico precoz. Cuanto antes se detecte la CBP, mejor tratamiento de la enfermedad se podrá llevar a cabo. Al ser una patología categorizada como rara, el diagnóstico de esta suele ser más tardío, ya que los médicos intentan descartar otro tipo de enfermedades antes de empezar a pensar en la posibilidad de que el paciente sufra CBP. Un diagnóstico temprano es muy importante en el control de la enfermedad, ya que actualmente hay tratamientos efectivos para evitar el progreso de la CBP. Debido a que es posible no tener síntomas en el momento del diagnóstico, la enfermedad es detectada en muchos casos cuando se halla una alteración en un análisis de sangre rutinario. "Un aumento de la fosfatasa alcalina, un indicador que aparece en cualquier análisis de sangre rutinario de los que se realizan anualmente en muchas empresas, por ejemplo, podría ser un primer indicador de CBP", ha enfatizado la doctora Salcedo.

La fosfatasa alcalina es un biomarcador presente en la sangre que indica cómo funcionan los conductos biliares del hígado. Puede servir como biomarcador diagnóstico. El primer indicador de colangitis biliar primaria (CBP) puede ser niveles altos de FA medidos en un análisis de sangre rutinario. En CBP, niveles altos de esta sustancia son un indicador del daño progresivo de los conductos biliares, lo cual puede derivar en inflamación y destrucción. La FA se produce en los huesos, por lo que niveles altos de FA pueden ser debidos a fracturas o enfermedades óseas.

Aunque la CBP no tiene cura, sí existen tratamientos que ayudan a controlar la enfermedad y, por tanto, retrasan el daño progresivo en los conductos biliares del hígado y reducen los niveles de FA, además de aliviar o prevenir los síntomas de la enfermedad. Es lo que hay. Seguro.

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