Humberto Arnés. Director General de Farmaindustria

“El compromiso es que nadie se quede sin acceso a la vacuna por falta de recursos”

  • El mundo ha puesto sus esperanzas en la industria farmacéutica

  • El sector ha logrado impulsar la investigación sin frenar su actividad habitual y asegurando el suministro

Humberto Arnés es director general de Farmaindustria, la asociación de la industria farmacéutica en España, desde el año 2001.

Humberto Arnés es director general de Farmaindustria, la asociación de la industria farmacéutica en España, desde el año 2001.

–¿Cómo valora la actuación del sector sanitario frente al reto constante que supone esta pandemia?

–Todos hemos respondido en la medida de nuestras posibilidades. Esta crisis nos ha cogido a todos con el paso cambiado y eso ha ocasionado que hayamos tenido que reaccionar sobre la marcha. No sólo en España, ha sido así en todos los países de nuestro entorno. Creo que merecen una mención especial todos los profesionales sanitarios. Gracias a su entrega hemos podido paliar algunas de las debilidades que tiene nuestro sistema de salud cuando se somete a un esfuerzo tan importante.

–¿Cómo ha sido concretamente la respuesta de la industria?

–Creo que hemos respondido cómo se espera de nosotros. Hemos dado respuesta en aquellos ámbitos en los que tenemos una responsabilidad especial. En primer lugar, buscando soluciones con tratamientos y vacunas al problema al que nos enfrentamos desde el punto de vista clínico, con un esfuerzo tan importante en materia de investigación. La otra responsabilidad ha sido mantener abastecido permanentemente nuestro mercado de medicamentos para cubrir las necesidades de todos los que lo necesitan; no solo de aquellos que se han visto afectados por el virus, sino de los 25 millones de españoles que precisan cada día un medicamento.

–¿Cómo ha sido la colaboración con las administraciones sanitarias?

– Todo este esfuerzo se ha realizado en colaboración con todas las administraciones tanto en el ámbito de la investigación como en el de los suministros. La comunicación con el Ministerio de Sanidad y especialmente con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ha sido prácticamente diaria y muy estrecha. Hemos intentado permanentemente adelantarnos a los problemas, aportar soluciones y hacer frente a un ingente crecimiento de la demanda inesperada de determinados medicamentos. La colaboración entre administración e industria ha sido clave para poder hacer frente a esta situación de emergencia.

"Gracias a los profesionales hemos paliado la presión a la que se ha sometido al sistema sanitario”

–El farmacéutico es un sector muy complejo qué exige a las empresas una planificación global importante. ¿Cómo afecta esta situación de emergencia a las previsiones económicas?

–Nuestra actividad en estas últimas semanas no ha bajado el ritmo, al contrario, hemos tenido que hacer frente a problemas inesperados y atendido una demanda importante de medicamentos esenciales. Hemos aplicado planes de contingencia y logrado que las 80 plantas de producción de medicamentos que tenemos en España no hayan dejado de funcionar. Quisiera hacer una mención especial para estos miles de trabajadores que, con un comportamiento ejemplar, son los que realmente han permitido que ningún español se quede sin el tratamiento que necesita. Esto nos lleva a una cierta reflexión cara al futuro. No podemos tener una dependencia tan grande respecto a la fabricación de medicamentos de terceros países y especialmente asiáticos. Europa, y España obviamente, no pueden tener dificultades de acceso de materias primas y principios activos. Tenemos que contar con un sector industrial capaz de fabricar aquellas materias primas y aquellos principios activos y medicamentos que necesita nuestra población. Debemos recuperar para España la fabricación de este tipo de medicamentos.

Humberto Arnés. Humberto Arnés.

Humberto Arnés.

–¿Esa reflexión puede frenar la tendencia deslocalizadora que ha reinado en las últimas décadas?

–Hay que mimar e intentar consolidar este sector de manera que genere producción en el ámbito local. Recientemente, Estados Unidos ha aprobado un plan con de 800 millones de dólares para fomentar la fabricación de productos farmacéuticos y frenar esa dependencia de países asiáticos, donde los costes laborales son bastante más bajos, las exigencias medioambientales son inferiores y las condiciones para apertura de actividades son menos restrictivas. Es difícil competir es esas condiciones, pero esa dependencia al final nos lleva a que después, en un momento de dificultad, podamos poner en riesgo la salud de los ciudadanos.

–La industria ha expresado su compromiso de favorecer el acceso global a la vacuna llegado el momento. ¿Cómo asegurar ese objetivo en un ámbito tan competitivo?

–El compromiso de todos es que nadie se quede sin la vacuna por falta de recursos. La Federación Internacional de la Industria Farmacéutica se ha adherido a la iniciativa liderada por la OMS, denominada ACT Accelerator. Su objetivo es que haya un acceso equitativo de las vacunas y los tratamientos contra el coronavirus. Va a ser complejo porque obviamente hay unas normas internacionales que rigen y por lo tanto hay que intentar compatibilizar ese deseo con el contexto legislativo existentes y buscar soluciones. La voluntad manifiesta de las compañías es poder proporcionar de manera equitativa el acceso a los medicamentos y tratamientos y vacunas que se vayan desarrollando.