Enfermedades infecciosas

El infradiagnóstico es clave en el reto de la hepatitis C

  • Expertos debaten sobre el alcance de las estrategias de cribado en población de riesgo

Participantes de la jornada ‘Hepycure: Trabajamos juntos hacia la eliminación’, organizada por Gilead Sciences.

Participantes de la jornada ‘Hepycure: Trabajamos juntos hacia la eliminación’, organizada por Gilead Sciences. / M.G.

La hepatitis C ha sido la séptima causa de muerte a nivel mundial desde finales de los años 80, pero gracias a la aparición de los nuevos antivirales de acción directa (AAD), se ha reducido considerablemente la carga de enfermedad. Desde que en 2015 se puso en marcha en España el Plan Estratégico para el Tratamiento de la hepatitis C, ya se han tratado 105.000 pacientes en nuestro país, siendo el líder europeo en este aspecto.

Aunque en una primera fase, el Plan establecía máxima prioridad al tratamiento de pacientes con fibrosis hepática avanzada y a pacientes en lista de espera, en la actualidad se está haciendo especial foco en la importancia que tiene el diagnóstico precoz y el posterior tratamiento de todas las personas que estén infectados por el virus de la hepatitis C, independientemente de su estadío, para conseguir el objetivo de la eliminación total de la enfermedad para 2021. Esta es una de las principales conclusiones extraídas de la jornada ‘Hepycure: Trabajamos juntos hacia la eliminación’, organizada por Gilead Sciences el pasado martes 26 de junio en Sevilla.

Durante la jornada se destacó la importancia de priorizar la identificación de pacientes no diagnosticados y continuar el ritmo de tratamiento de los últimos años. Los expertos consideran que quedan unos 150.000 pacientes por diagnosticar y tratar en España, por lo que sería aconsejable la implantación de políticas de cribado, así como la coordinación multidisciplinar entre los distintos niveles asistenciales (atención especializada, primaria, adicciones, prisiones, etc.).

En palabras del doctor Juan Manuel Pascasio, “es muy importante valorar y facilitar el acceso al diagnóstico y al tratamiento de los pacientes infectados por el virus de la hepatitis C. Además, hay que incidir especialmente en cómo acceder a los grupos especiales de población de mayor prevalencia y riesgo de transmisión de la infección y que además tienen un menor acceso al sistema sanitario, como son la población interna en instituciones penitenciarias, los usuarios de drogas por vía intravenosa y los hombres con prácticas de riesgo con hombres”.

“Hay que eliminar las barreras que nos encontramos actualmente para generalizar el diagnóstico y el tratamiento de todos los pacientes infectados por el VHC, muchos de los cuales lo ignoran y no acuden por propia iniciativa a los centros sanitarios. En el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla se han tratado hasta la fecha 1.300 pacientes” ha asegurado el doctor Pascasio.

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