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Las mujeres tienen peor percepción de la propia salud que los hombres

  • El nivel educativo influye mucho en el modo de concebir el bienestar propio, según un estudio

La educación contribuye a reducir las desigualdades socioeconómicas de género en la salud.

La educación contribuye a reducir las desigualdades socioeconómicas de género en la salud. / fecyt

Aunque las mujeres viven más años que los hombres, la percepción que tienen sobre su estado de salud es más pobre. Multitud de estudios han tratado de profundizar en este asunto, centrándose fundamentalmente en la clase social o el nivel de ingresos como posibles determinantes socioeconómicos que afectan a la salud autopercibida. También es conocida la influencia positiva del nivel educativo sobre la salud, pero hasta el momento no se había abordado en profundidad desde una perspectiva de diferencias de género.

Según ha publicado la Agencia Iberoamericana para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología (Dicyt), dos investigadoras del departamento de Fundamentos del Análisis Económico e Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Valladolid, Carmen García Prieto y Sara Pinillos Franco, han analizado en la revista PLOS One si el hecho de tener un mayor nivel formativo influye efectivamente en la forma en que los ciudadanos perciben su salud y si existen diferencias en los resultados obtenidos respecto a hombres y mujeres. "Hemos tratado de comprobar si existen desigualdades en la medida en que los hombres y las mujeres perciben su salud y si la educación superior ayuda a reducir la brecha de género en salud existente", precisan las investigadoras. Así, midieron el efecto de la educación en la salud auto-percibida para toda la muestra seleccionada y para hombres y mujeres por separado.

La precariedad laboral y las condiciones del hogar son dos de los factores responsables

También segregaron a las personas en función de su nivel educativo y comprobaron el efecto del género en la salud. Los resultados del trabajo sugieren que el nivel educativo influye en las desigualdades de género en salud, aunque tan sólo encuentran diferencias estadísticamente significativas entre hombres y mujeres en el estado de salud declarado por el grupo de personas con menor nivel formativo. Las mujeres con menos estudios tienen una percepción peor de su salud, principalmente debido a la precariedad laboral y las condiciones del hogar. En cambio, "entre las personas con mayor nivel educativo no se observan diferencias de género significativas en la salud autopercibida", añaden.

Por ello, resaltan la importancia de promover la educación, "ya que no sólo incrementa el nivel de salud de la población en general, sino que también contribuye a reducir las desigualdades socioeconómicas de género en salud a lo largo del tiempo", concluyen.

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