nutrición

Una nueva vida para el zinc

  • Investigadores descubren un mecanismo clave en la protección contra el estrés oxidativo, una de las causas principales del envejecimiento

No existen de modo absoluto los superalimentos. Sí existen alimentos que contienen compuestos nutricionales que, comparados con otros, pueden aportar beneficios al cuerpo humano. El envejecimiento y el deterioro de los organismos vivos tiene su origen, al menos en parte, en el estrés oxidativo. Un equipo de investigadores dirigido por la profesora Ivana Ivanovic-Burmazovic, de la Cátedra de Química Bioinorgánica de la Universidad de Erlangen-Núremberg, junto con investigadores de los Estados Unidos, ha dado pasos importantes para demostrar que el zinc puede activar una molécula orgánica ayudando a proteger contra el estrés oxidativo.

El zinc es un oligoelemento esencial para la salud. Entre los oligoelementos, se encuentra en segundo lugar solo después del hierro por su concentración en el organismo. Así, el equipo de investigadores de esta universidad en colaboración con otro equipo de la Universidad de Auburn, Alabama, Estados Unidos, han descubierto que el zinc puede proteger contra el superóxido responsable del estrés oxidativo cuando se toma junto con un componente que se encuentra en alimentos como el vino, el café, el té y el chocolate.

Este componente es un grupo de hidroquinona que se encuentra en los polifenoles, en otras palabras, las sustancias vegetales responsables del olor y el sabor. El zinc activa los grupos de hidroquinona, produciendo protección natural contra el superóxido, un subproducto de la respiración celular humana que daña las biomoléculas del cuerpo, como las proteínas o los lípidos, así como el genoma humano. Se cree que el superóxido tiene un papel que desempeñar en el proceso de envejecimiento y una serie de enfermedades como la inflamación,

La hidroquinona sola no es capaz de descomponer el superóxido. Sin embargo, si se combinan el zinc y la hidroquinona, se crea un complejo metálico que imita una enzima superóxido dismutasa (SOD). Estas enzimas protegen al cuerpo de los procesos de degradación causados por la oxidación y tienen un efecto antioxidante. De esta manera, el superóxido se puede metabolizar y prevenir el daño al organismo. Se evita así el estrés oxidativo.

Por primera vez, la función de esta enzima se ha copiado sin volver a los metales de transición activos como el manganeso, el hierro, el cobre o el níquel. Si bien los metales también pueden tener un efecto antioxidante, cualquier efecto positivo es superado rápidamente por el hecho de que si se toma demasiado puede incluso aumentar el estrés oxidativo.

El zinc es mucho menos tóxico que los metales de transición mencionados anteriormente, lo que hace posible la creación de nuevos medicamentos o suplementos con menos efectos secundarios. También sería plausible agregar zinc a los alimentos que contienen hidroquinona de forma natural para mejorar la salud del consumidor. Respecto a la suplementación de alimentos con zinc, los autores creen que "es posible que el vino, el café, el té o el chocolate estén disponibles en el futuro con zinc adicional".

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