Cáncer de mama en mujeres jóvenes

Las mujeres tienen un 60% más de probabilidades que los hombres  de ser diagnosticadas con un cáncer invasivo

Aunque la incidencia global de cáncer y la mortalidad por cáncer son mayores en hombres que en mujeres, este patrón se invierte en personas de 20 a 49 años.

La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) recientemente ha señalado que este aumento de la incidencia de cáncer en mujeres menores de 50 años, se produce fundamentalmente a expensas de los cánceres de mama, tiroides, melanoma cutáneo y cuello de útero.  Los datos de cáncer más recientes de España, muestran que el diagnóstico de cáncer entre las mujeres de 20 a 49 años es bastante frecuente. En comparación con los hombres de la misma edad, las mujeres tienen un 60% más de probabilidades de ser diagnosticadas con un cáncer invasivo. Entre las mujeres adultas jóvenes, tres tipos de cáncer (mama, tiroides, melanoma cutáneo y cuello de útero) representan el 70% de todos los diagnósticos de cáncer invasivo.  Los factores que conducen a estos hallazgos son complejos y diversos, al igual que las implicaciones en términos de prevención, diagnóstico, tratamiento, seguimiento y pronóstico.

Dado que los factores de riesgo de cáncer de mama en estas mujeres no son bien conocidos y que el cáncer a menudo tiene características diferentes y un peor pronóstico, es importante facilitar el acceso a una detección temprana, un tratamiento adecuado y de calidad, que mejore los resultados de salud y la calidad de vida en estas mujeres. El diagnóstico de un cáncer de mama en una edad temprana es considerado un indicador de mal pronóstico. Las pacientes más jóvenes, para las que no se recomienda aún su participación en el programa de cribado de cáncer de mama, presentan cánceres más avanzados, con una biología tumoral más agresiva, con una mayor proporción de tumores con receptores hormonales negativos, asociados con menores tasas de supervivencia, en comparación con las mujeres más mayores. Algunos estudios han mostrado que, además, las personas con menor nivel socioeconómico son diagnosticadas en estadios más avanzados, habiéndose sugerido que estas mujeres presentan un menor acceso al sistema sanitario.  

Es muy importante aumentar la concienciación de las mujeres jóvenes y los profesionales sanitarios que un diagnóstico de cáncer de mama en este grupo de edad no es un evento tan raro, incluso durante y justo después del embarazo. Los médicos deberían prestar especial atención a los antecedentes familiares de cáncer de mama y otros cánceres para evaluar el riesgo individual de las mujeres y a los primeros signos y síntomas que pueden ser fácilmente confundidos con hallazgos benignos. La prevalencia de mutaciones genéticas hereditarias asociadas a un mayor riesgo de cáncer de mama es más alta en mujeres jóvenes que en mujeres mayores, sin embargo, la mayoría de pacientes jóvenes no padecen estas mutaciones. El estilo de vida también podría contribuir al riesgo de desarrollo de cáncer de mama en mujeres jóvenes premenopáusicas. Por ejemplo, el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer concluye que la actividad física y la lactancia materna podrían reducir el riesgo, mientras que el consumo de alcohol lo aumenta. 

Un diagnóstico de cáncer para una mujer de 20–49 años, cuando muchas todavía están completando su educación, emprendiendo su vida profesional y/o iniciando una familia, es un tema serio que puede tener una fuerte influencia social, psicológica e impacto en su salud, incluidos los debidos a los efectos del tratamiento.

Hay pocos estudios que caractericen con alto grado de detalle las características de los cánceres invasivos de mama diagnosticados en mujeres jóvenes e identifiquen los factores asociados con la supervivencia, incluyendo factores individuales y contextuales.

Es necesario realizar una evaluación de riesgos y una detección personalizada, contribuir aumentar las estrategias de prevención primaria, y fomentar más la investigación en cáncer de mama en este grupo de edad.

La Dra. María José Sánchez Pérez es profesora de la Escuela Andaluza de Salud Pública y directora científica del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA)

 

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