Medicina de precisión

Conviene no perder el ritmo para asegurar la calidad y la equidad

Esta semana he asistido en Montevideo (Uruguay) a un encuentro internacional sobre medicina personalizada y de precisión que ha reunido a expertos de numerosos países del área de America Latina y el Caribe, junto otros expertos de la Unión Europea (España, Alemania, Italia, etc.). En este encuentro hemos desarrollado un programa de trabajo centrado en el impulso a la medicina personalizada y de precisión, para mejorar la respuesta de los sistemas sanitarios a diversos problemas de salud.

Aunque a día de hoy, continua sin existir una definición aceptada del término “medicina personalizada” de forma global, no es menos cierto que la medicina personalizada es comúnmente entendida como un modelo médico que utiliza la caracterización de los fenotipos y genotipos de las personas (por ejemplo, la elaboración de perfiles moleculares, la utilización de imágenes médicas o los datos sobre el estilo de vida) para diseñar a medida la estrategia terapéutica que mejor convenga a la persona en un momento dado, para determinar la predisposición a la enfermedad o para facilitar una prevención oportuna y efectiva.

La medicina personalizada se relaciona con el concepto más amplio de atención centrada en el paciente, que tiene en cuenta que, en general, los sistemas de salud necesitan responder mejor a sus necesidades. Un sinónimo frecuentemente utilizado para “medicina personalizada” es “medicina de precisión”, pero a veces también se usan otros términos como “medicina individualizada”, “medicina de precisión personalizada”, etc.

La investigación sobre Medicina Personalizada es una de las principales prioridades de la Unión Europea (UE) como estrategia. Los avances médicos en el ámbito de la genómica y de las terapias génicas están suponiendo una revolución científica en opinión de numerosos expertos, haciendo que los sistemas sanitarios tengan que afrontar el desafío de precisar adecuadamente cuánto hay de verdadero avance en cada caso y cómo asegurar que (cuando el avance científico sea relevante) pase a estar a disposición de todos los pacientes que lo precisen con criterios de calidad, de equidad y de sostenibilidad.

En el ámbito de la oncología, las enfermedades neurodegenerativas, la diabetes o las enfermedades raras, (entre otras áreas) este enfoque de medicina de precisión está consiguiendo novedades relevantes que permiten afrontar un diagnóstico precoz y preciso y, en ocasiones, una terapia más efectiva por su precisión y personalización. De igual forma, con el análisis de los perfiles farmacogenéticos, se consigue ya precisar adecuadamente las dosis y las posologías de diversos tratamientos para asegurar su efectividad y evitar efectos adversos o inefectividades, ganando en calidad y eficiencia.

España tiene en marcha la elaboración y desarrollo de la Estrategia en medicina genómica y de precisión que mandató el Pleno del Senado en febrero de este año tras acuerdo unánime de todos los grupos parlamentarios.

Estamos en el buen camino aunque conviene no perder el ritmo para asegurar la calidad y la equidad en este tipo de avances. También, para asegurar decisiones inteligentes en términos de sostenibilidad del sistema público de salud. Para ello, el trabajo conjunto y cooperativo de los poderes públicos con los expertos, las empresas que investigan y producen avances y la colaboración de los pacientes, es imprescindible.

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