Salud y Bienestar

El tratamiento de la apnea del sueño elimina los síntomas

  • Casi dos millones de españoles padecen este trastorno, cuyas manifestaciones son el ronquido intenso y la suspensión momentánea de la respiración · Sin embargo, los expertos señalan que el 80% de los casos están sin diagnosticar.

La apnea del sueño es una patología que se caracteriza por la obstrucción repetida de las vías respiratorias superiores durante el sueño que provoca pequeños ahogos y que impide una correcta oxigenación en la sangre. En España casi dos millones de personas padecen este trastorno. Sin embargo, los expertos señalan que el 80% de los casos está sin diagnosticar y que tres de cada diez pacientes abandona el tratamiento en el primer trimestre.

Susana Hernández tuvo dificultad para darse cuenta de que padecía esta patología. Desde los 20 años tiene narcolepsia (estado patológico caracterizado por accesos irresistibles de sueño profundo) y achacaba a esta enfermedad sus ronquidos y su somnolencia. "Roncaba tan fuerte, que mi marido tenía que dormir con tapones y me despertaba ahogándome. Tengo que llevar unas horas de sueño exhaustivas: dormir la siesta, echarme un rato a media tarde, acostarme y levantarme a la misma hora... Nuestro cuerpo es como una batería que se recarga por la noche y si no está al completo no puedes llevar una vida normal. Es una situación complicada. A mí y a mi familia nos ayudó mucho la Asociación Española del Sueño (Ase narco) porque vimos como otras personas que tenían esta patología llevaban una vida normal".

Según un estudio sobre el conocimiento de la apnea del sueño que han realizado la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) y Asenarco el 86% de la población desconoce que este trastorno afecta a la salud y el 34% ni siquiera ha oído hablar de ella. El trabajo desvela que la mitad de los españoles desconoce que esta enfermedad puede generar patologías, como hipertensión, insuficiencia cardíaca o diabetes, y el 40% ni siquiera identifica sus síntomas.

También hay un gran desconocimiento sobre los tratamientos disponibles para esta patología. No obstante, los métodos más conocidos son las mascarillas o los aparatos que facilitan la respiración durante la noche.

El doctor Joaquín Terán, coordinador del Área de Trastornos Respiratorios del Sueño del Hospital de Burgos, señala que "la apnea del sueño, por causar somnolencia, está implicada en el 36% de los accidentes de tráfico mortales y en el descenso del rendimiento laboral de los afectados".

Miguel Amorós tiene experiencia con esta enfermedad. "Tengo síntomas de apnea y piernas inquietas desde los siete años, pero fue en el año 96 cuando tuve que dejar mi trabajo de camionero y ponerme en tratamiento. Antes de saber que tenía apnea no podía ir al cine, ni trasnochar porque a las diez tenía que estar en la cama. Ahora he mejorado mi calidad de vida, pero tengo que viajar siempre con el CPAP. Yo aconsejo que se duerma con la tele o con música y sobre todo que no se duerma solo. Es una patología que no tiene curación, pero que hay que cuidarla no fumando, dejando el alcohol, perdiendo peso y conduciendo sólo cuando se esté bajo tratamiento". En cuanto a las barreras que encuentran estos pacientes, Miguel señala los problemas que encuentran cuando van a pedir trabajo y la lentitud que ellos tienen en la ejecución. "Somos lentos pero a pequeños pasos llegamos al mismo camino que los demás".

Por otro lado, el doctor Terán advierte que para conseguir eficacia en estos tratamientos, que son para toda la vida, la adherencia "es clave". Por eso es importante consultar al médico para conocer los distintos diseños de mascarillas que sirven para solucionar este problema, pues en la actualidad existen "alternativas que adaptan la presión a cada mascarilla, mascarillas que se adaptan a los rasgos físicos del paciente y dispositivos de monitorización que se adaptan a la respiración".

Así lo hizo Jesús Gutiérrez, presidente de la Asociación de Pacientes de EPOC y Apnea del Sueño (Apeas), quien asegura que ha encontrado la mascarilla adecuada para él y que duerme con ella toda la noche. "El neumólogo me recomendó utilizar el CPAP cuatro horas al día como mínimo y yo lo uso el doble de tiempo. Es un tratamiento sencillo y efectivo, porque automáticamente dejas de tener todos los síntomas. A mí me diagnosticaron esta enfermedad hace seis años y medio. Me quedaba privado de respiración durante varios segundos y me despertaba la persona que tenía al lado o yo mismo por la falta de aire o por el propio ronquido". A pesar de sus 69 años y de tener la enfermedad bastante avanzada, Jesús es un ejemplo a seguir. "Aquí no se acaba el mundo, no nos podemos venir abajo. Tenemos que convivir con ello. Se puede hacer una vida normal, porque como dice el doctor Valentín Fuster sano es toda la persona que sabe convivir con sus problemas de salud".

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