Han pasado tres años desde la última Semana Santa y el Señor de la Borriquita ha esperado este tiempo en el Convento de la Inmaculada de Vélez Rubio. Por fin, ha llegado un nuevo Domingo de Ramos en la calle. De madrugada, los sones de la Agrupación Musical de Nuestro Padre Jesús Nazareno anunciaban que ha llegado el día, rompiendo la noche y al alba invitaban con sus marchas a todos los vecinos a prepararse para este día tan especial esperado por todos los velezanos. 

La mañana ha amanecido radiante, un espléndido día de primavera aguardaba la salida de los esclavos. Los aledaños del convento llenos de público esperaban la hora mágica, la hora en que las procesiones vuelvan a las calles. Desde la iglesia de la Encarnación el cortejo oficial encabezado por el párroco Javier Ruiz y la directiva de la Venerable y Sacramental Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno junto con la corporación municipal y las autoridades civiles y militares se ha encaminado hacia el convento en busca del Señor en su entrada triunfal en Jerusalén para dar comienzo a la procesión. 

Unas jóvenes hebreas en el cortejo que acompaña al paso.

Pasados unos minutos del mediodía, un mar de capas doradas de la Banda de la Hermandad abre el cortejo seguido por un sinfín de niños y adultos vestidos de hebreos recorriendo las principales calles de la localidad. La mañana de calor que ha hecho en Los Vélez invitaba al paso lento y majestuoso con el que los dos pasos que la hermandad ha sacado a la calle se han deleitado. Las calles abarrotadas de público, han esperado en un día caluroso el paso de la Virgen de la Amargura, restaurado este año. Y tras ella, un tramo de nazarenos con palmas y olivos para continuar con el pueblo hebreo, en el que aparecen personajes como la samaritana o la reina de Saba. Este Domingo Ramos ha sido especial, la ilusión de esta jornada se veía reflejada en la cara de los niños, que provistos de palmas y ramos de olivos corrían por las calles, al igual que los mayores que esperaban desde hace tiempo un día como este.  Tras ellos, el Señor a lomos de un borriquito hacia su entrada triunfal en una abarrotada plaza de la Encarnación, como hace tiempo no se veía. 

El cortejo lo ha cerrado la corporación municipal encabezada por su alcalde Miguel Martínez-Carlón y la Agrupación Musical Maestro Rojas. 

Ha comenzado una nueva Semana Santa, que este año es especial, de nuevo la fe y la pasión recorre las calles de Vélez Rubio.