Bajo Palio

Fe y Caridad ante el misterio de la Santa Cena

  • Miles de almerienses presenciaron el desfile procesional de la hermandad de la Santa Cena Un centenar de nazarenos y numerosos niños arroparon a las sagradas imágenes en la fría noche del Domingo

Una abarrotada calle Ricardos, aromatiza con la flor del azahar de los naranjos de la plaza Urrutia, volvió a ser testigo de la salida procesional de la Hermandad Eucarística de la Santa Cena desde la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol de la ciudad.

La cofradía quiso dar, un año más, una gran lección de estética piadosa recreando el momento de la institución de la Eucaristía con el impresionante misterio de la Santa Cena que lució adornado con flores salvajes del bosque con predominio de tonalidades rojas, y ataviado con un nuevo mantolín blanco evocando el color litúrgico del Jueves Santo. El paso de la Santa Cena fue acompañado con los sones de la banda de Cornetas y Tambores de Jesús Cautivo de Málaga, y cargado por una cuadrilla formada por 45 costaleros bajo las órdenes de Manuel Flores se volvió a convertir en un ejemplo de paso magistralmente conseguido, equilibrado y bien llevado.

Uno de los momentos especialmente emotivos se vivieron en las puertas del Convento de la Esclavas donde permanece expuesto el Santísimo Sacramento del Altar; allí se pudieron saborear las hechuras de una buena hermandad perfectamente uniformada y organizada. Por su popularidad y por ser un sólido estereotipo del Domingo de Ramos en Almería, es indiscutible que los fieles la arropen desde que sale hasta su recogida; especialmente cabe destacar el paso de la Cofradía por la plaza de la catedral o por la estrecha calle cubo.

Entre tanto las miradas se dirigían hacia la elegancia del conjunto del misterio con el Señor como eje indiscutible, de fondo se apreciaba el paso de palio que buscando la luz de la tarde se asomó por la puerta de la Parroquia ocupándola por completo entre los oros de sus bordados y la plata de su orfebrería. María Santísima de Fe y Caridad bellamente engalanada con pequeñas rosas, orquídeas blancas y azahar, y ataviada por su vestidora, Ana Pallarés, llamó a la oración, a la sublimación y a la mirada admirada ante un conjunto peculiarmente hermoso. La Banda Municipal de Música de la localidad almeriense de Berja acompañó el paso de palio formado por 35 costaleros, bajo las órdenes del capataz y hermano mayor de la corporación, Benjamín González Jiménez

Especialmente emotivo fue el regreso del cortejo por la calle Ricardos tras recorrer la carrera oficial, momento que cada año se convierte en un regalo de estética, sonidos, equilibrios costaleros y gran ambiente, que es considerado uno de los principales momentos de referencia del Domingo de Ramos almeriense.

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