Bajo Palio

Retazos artísticos

  • lLa Semana Santa está declarada de Interés Turístico Andaluz merced a la calidad de sus cortejos

Retazos artísticos

Retazos artísticos

Mes a mes, en las casas de hermandad se labora calladamente hasta la Cuaresma ya que en vísperas de Semana Santa (declarada de Interés Turístico Andaluz) el frenesí se adueña de ellas. El esfuerzo de todo un año debe sublimarse en la anhelada procesión con sus titulares. La estación de penitencia en la calle es el momento álgido y todo debe estar dispuesto. Además de cumplir con el calendario litúrgico previo que le es propio -cada vez más prolijo- hay que ultimar múltiples aspectos derivados del patrimonio artístico y ornamental. Y es que referido a la capital -extrapolable a numerosas localidades de la provincia- la semana almeriense ha superado las más optimistas previsiones de hace un par de décadas, tanto en el número de corporaciones devocionales que discurren por la carrera oficial como en la calidad de imágenes, pasos y enseres. Con una magnificencia digna de reflejarse en una publicación ambiciosa -superadora de dispersos boletines y similares- que la compendie, analice y desarrolle en su conjunto, desde sus orígenes en el tiempo. Un libro a semejanza de la colección "Territorio, Cultura y Arte" que edita el Instituto de Estudios Almerienses. Ahí tendría cabida, por ejemplo, el efímero arte floral -de tan rica variedad cromática-, orfebrería, dorados y cerería

La Música, elemento imprescindible en los cortejos, septenarios, pregones, etc., debe cubrir igualmente un generoso espacio. Desde chirimías, sacabuches y coros cantores de la catedral, capillas musicales y orquestaciones de los hermanos Laureano y Filiberto Campra, Sexteto Sánchez, maestros Montero, Villegas, Barco y López Cuadra a las actuales agrupaciones musicales y bandas de cornetas y tambores. Autores, varios de ellos, de logradas composiciones sacras: marchas, himnos, salves, motetes o Dolores Murcianos. Y la Saeta, con una rica tradición que arranca en los legendarios Ciego de la Playa y Enriqueta la Salve y prosigue en la amplia nómina de cantaores (el listado se haría interminable) que convoca la peña El Morato, como antes lo hiciera el Taranto o la Exaltación a cargo hoy del Ayuntamiento y que tuve en 1998 el privilegio de poner en marcha con la Agrupación de Cofradías (en su 50º Aniversario), siendo su presidente Manuel Martínez Ramírez.

Jesús de Perceval es el más reconocido de los imagineros almeriensesNumerosas cofradías ponen en la calle un rico catálogo de imágenes y enseres

El creciente número de talleres de bordado en diferentes hermandades tienen su referente en el convento de clausura de Las Puras (reparadoras del manto regio de la Virgen del Mar, entre otros) y en el externo de Las Adoratrices, con la Hermana Teresa de guía y Carmen Muley su alumna predilecta en Prendimiento; y el refrendo civil en el siglo XIX del sastre Serrano, Belén Marinas, Concepción Rodríguez y Dolores Blasco (sudario para el Cristo yacente del Sepulcro). Bordados primorosos acompañados de pinturas alegóricas o de imágenes titulares plasmadas en guiones, banderas, mantos, palios, insignias o túnicas. El más antiguo que recordamos es el de Díaz Spotorno para la cofradía del Nazareno, de la que era presidente, o lo más recientes de M. Vicente Barranco y del desaparecido Manuel Llamas (quien aprendió el oficio de la talla en madera de Juan Antº Criado, su maestro en la calle Lepanto), o bien los estandartes pintados por José Manuel Soriano para el Santo Sepulcro y Ntra. Sra. de los Dolores, donados en 1984 por la familia López Cruz. Insisto en que se trata de meros apuntes sin voluntad exhaustiva.

JESÚS DE PERCEVAL Y ROBLESCABRERA

Son escasos los almerienses dedicados a la imaginaría sacra. Además su presencia aminora cada año en los inventarios cofradieros debido, presumiblemente, a los renovados gustos estéticos imperantes. No obstante, y a pesar de que la obra final de aquellos sea dispar, no merecen caer en el olvido. Del pasado debemos rescatar a Francisco Gálvez Ferrer, autor de la primera "Borriquita" en su Entrada en Jerusalén (efectuada en 1928 de Las Puras) y una Virgen de la Amargura (1930) para el Nazareno (Encuentro), ahora en Ciudad Jardín. El veterano Francisco Javier Arcos sigue su tenaz labor artesanal en el taller de la muy semanasantera calle Lope de Vega, al tiempo que los jóvenes Joaquín Gilabert y Francisco Javier Latorre avanzan en una prometedora carrera, con especial dedicación a la provincia.

El poliédrico Antonio Robles Cabrera (1916-1994) se acercó a la Semana Santa de su tierra tras ganar el concurso de carteles convocado por la Agrupación de Cofradías, amén de elaborar unas andas para la Virgen del Mar. Pasado un quinquenio fue solicitado por el vicepresidente de esta, Quiñonero López, para que esculpiese en madera y tamaño natural el Resucitado con el que concluiría la Semana. Procesionó en 1957 acompañado en el "paso" por un soldado romano y un ángel. Solo cruzó el cancel del templo al año siguiente ya que en 1960 fue sustituido por otro de Collaut-Valera. Ahora aquel se halla en la parroquial de Oria y el ángel en la sede la sede la Agrupación de HH. y CC.

Dicho lo anterior, el más prolífico y de mayor consideración artística sigue siendo Jesús de Perceval y Moral (1915-1985), aunque la escultura religiosa no fuera hegemónica en su vasta producción. Suyos son la copia del Cristo del Escucha, el Cristo del Amor de la corporación de san Sebastián de las Huertas, el san Pedro de Prendimiento (1948) y la Virgen del Carmen de Pescadería (hermandad de Gloria). El catálogo de los que no desfilan se amplía con el Cristo de los Pescadores (en dicha iglesia de san Roque), san Juan Evangelista (co-titular de la Soledad de Santiago), el recién restaurado criado Malco (en la casa de Prendimiento, en plaza Bendicho) y el Cristo y Judas del mismo "misterio" en la parroquia de Pulpí.

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