FUE en marzo de 1996 cuando las puertas del teatro Apolo se abrieron de par en par para acoger la 1ª Exaltación de la Saeta celebrada en nuestra provincia. Manuel Martínez era el hermano Mayor de la Agrupación de Hermandades y Cofradías y el que esto firma responsable de llevarla a buen puerto. Con una puesta en escena a semejanza (aunque laica) a la que venía representándose en la catedral de Sevilla gracias a la apuesta de su arzobispo, Amigo Vallejo, nadie salió defraudado tras escuchar las voces sinceras de Anabel Navarro, José Sorroche, Cristóbal Muñoz y Niño de las Cuevas. Noche en que la Banda de Música "San Indalecio", de La Cañada, bajo la batuta de Juan Montserrat, nos brindó, además, una magnífica selección de marchas procesionales. Al año siguiente la Exaltación pasó al templo de San Agustín (PP. Franciscanos), para más adelante establecerse definitivamente en la iglesia conventual de La Encarnación (Orden de Santa Clara).

Durante lustros ha sido uno de los acontecimientos religioso-musicales más esperados en vísperas de la Semana Santa almeriense. Primero bajo la responsabilidad de la Agrupación de HH. y CC. y posteriormente del Ayuntamiento de la ciudad. Lamentablemente, éste 2013 es el segundo año que el equipo de gobierno municipal ha excluido la Exaltación de la Saeta del X ciclo de Música Sacra ante la incredulidad y desconcierto de centenares de personas que año tras año aguardaban pacientemente ante Las Claras una hora antes. ¿Por qué ese menosprecio a la Saeta?, ¿por qué el responsable no explica las razones que justifican el hacerla desaparecer? La calidad estaba asegurada con la presencia de un cantaor/a foráneo de reconocido prestigio y de dos o tres artistas locales de no menos contrastada calidad. A esto súmenle la intervención de la Banda Municipal y, en ocasiones, de poetas y rapsodas. Todo un lujo para Almería que el concejal sin encomendarse a dios ni al diablo ha eliminado de un plumazo ¿Por qué? Y no me vengan con la coletilla de los recortes económicos, tan socorrida para tapar la falta de compromiso e interés. El lector debe saber que su coste era mínimo, el chocolate del loro. Máxime cuando el Ayuntamiento anuncia para esta Semana una inversión global de 325 mil euros ¡56 millones de las antiguas pesetas, con la que está cayendo! En cuanto a lo del "noveno año consecutivo colaborando con la peña El Morato", me callo por deferencia a una de las partes.

ANÍBAL GARCÍA

Desde el profundo respeto del no creyente, Aníbal García se asoma al mundo literario de Semana Santa con "Saetas de Almería". Un poemario que -a instancia del Niño de las Cuevas- viene a refrescar el repetido corpus cantable actual y que cada saetero debería incorporar como manual de cabecera. Un recorrido diario en el que cada imagen cristífera o mariana disfruta de versos diferenciados, desde la primera chicotá del sábado a la recogida del Resucitado al domingo siguiente. Como no podía ser de otra manera, la presentación del libro editado por el IEA tuvo lugar en la cueva-sede de la peña El Morato, con la asistencia de los hombres y mujeres que cada primavera desgranan su arte durante el ciclo litúrgico de la Pasión

PREGÓN COMPROMETIDO

Las nueve de la noche marcaban los relojes cuando Lola de Quero se plantó con aplomo tras el atril dispuesto delante del altar mayor de San Pío X, sede canónica de la hermandad almeriense del Gran Poder. Con el aforo cubierto de cofrades y amigos, la parroquial zapillera, ornada de las magníficas vidrieras y el "calvario" en relieve del fallecido Luis Cañadas, se dispuso a escuchar unos folios leídos con la seguridad que proporciona las firmes convicciones éticas y morales. Un pregón inaudito que en determinados pasajes, valga la metáfora, hizo estremecerse al Nazareno homónimo del que recibe culto en la basílica sevillana de San Lorenzo

Sobrecogedor por la crudeza narrativa, más en sintonía con la teología de la liberación que del lirismo laudatorio al uso. El discurso que la mayoría ciudadana, incluidos los católicos practicantes, espera escuchar en boca de la Iglesia. O la feligresía debería demandarles. Un pregón ligado irreductiblemente a la figura histórica de Jesús de Nazaret (según los Evangelios), siempre al lado del más necesitado. Dictado desde el compromiso y la sencillez; desde el humano concepto redentor de justicia social tan alejado del común proceder de la jerarquía curial. Con el fondo poético de Gerardo Diego (Viacrucis), Lope de Vega (Romance Espiritual) y de su cuñado Aníbal García (soneto final), Lola llegó a denunciar que hoy día el verdadero Gólgota para un considerable número de familias almerienses está en las colas y oficinas del INEM de la calle Altamira y no en el monte que domina Jerusalén.

Naturalmente, siendo presidenta del Morato, la Saeta se hizo presente al comienzo, en medio y al finiquitar su encendida proclama reivindicativa expuesta con el mayor de los respetos: en las voces, guitarra y violín de su esposo e hija Antonio y Ana Mar García; y en las gargantas exquisitas y valientes de Antonia López, su hija Rocío Segura y María Canet. Felicidades y Salud.