Bajo Palio

El Señor de la Caja vuelve a Vélez-Rubio

  • El Viernes Santo es un día especial para los velezanos

Imágenes del Viernes Santo en Vélez-Rubio Imágenes del Viernes Santo en Vélez-Rubio

Imágenes del Viernes Santo en Vélez-Rubio / Lázaro Martínez (Vélez-Rubio)

El Viernes Santo es un día especial para los velezanos pero especialmente para los hermanos de la Hermandad de la Santa Vera Cruz y Sangre de Cristo que este año, después de un largo proceso de restauración en el taller de Joaquín Gilabert, van a contemplar en la calle la magnífica talla del Señor de la Caja, una de las mejores obras de la Diócesis de Almería.

Durante toda la noche del Jueves Santo, la imagen de 1623 obra del prestigioso escultor Alonso de Mena, perteneciente a la escuela granadina, estuvo velándose en la Iglesia de San José donde está la capilla ardiente, momento en el que los velezanos se acercaron a rezar ante la sagrada talla.

Como indicaban las previsiones meteorológicas toda la mañana estuvo pasada por agua. Pero la lluvia no impidió que la Hermanad escenificara, como viene haciendo a lo largo de su historia, la Crucifixión de Cristo, ya que la escultura tiene la particularidad de tener los brazos articulados.

Para salvar el tramo que hay desde la Iglesia de San José hasta la Iglesia de la Encarnación lloviendo, la Hermandad trasladó al Señor de la Caja en un camión cerca del templo parroquial, donde en un pequeño claro se organizó el cortejo.

Los cuatro hermanos mayores de las hermandades y cofradías de Vélez-Rubio de negro riguro, junto al párroco y autoridades civiles y militares acompañaron al Señor de la Caja en el pequeño recorrido hasta el interior del templo parroquial, que a pesar de la lluvia, estaba abarrotado.

Los cientos de velezanos y foráneos que llenaban la iglesia han vivido un año más un verdadero acto de fe. Mientras suena la marcha “Descanse en paz” interpretado por la Agrupación musical Maestro Rojas, los horquilleros mayores han llevado con paso majestuoso a lo largo de toda la iglesia la caja acristalada que contiene el cuerpo de Jesús hasta el altar mayor, donde espera el frío árbol de la cruz.

Tras sacar de la caja la imagen del nazareno, dos hermanos de la Hermandad de la Santa Vera Cruz lo llevaron hasta el madero santo para crucificarlo. Cientos de ojos contemplaron la escena en silencio mientras las pupilas se llenaban de lágrimas. Todo el que se acercó a adorar la cruz pudo contemplar la excelente restauración que se ha hecho de la imagen eliminando actuaciones anteriores, dándole más realismo.

Ya por la tarde, el tiempo cambió y permitió la celebración del Santo Entierro donde las cuatro hermandades y cofradías participaron en esta procesión magna acompañados por sus bandas de música. Abrió el cortejo el Señor de la Caja, seguido de la Venerable Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la imagen de la Virgen de la Amargura acompañada por San Juan, tras ellos la Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón y de los Afligidos con la Virgen de la Esperanza para cerrar la tradicional Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores que procesiona con su titular.

La única procesión que fue suspendida en este día fue la procesión del Silencio con la Virgen de la Soledad debido al fuerte aguacero caído en Vélez-Rubio durante la noche.

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