SEMANA SANTA EN ALMERÍA

Broche de oro en una recogida triunfal

  • La hermandad deposito su impronta en la ciudad de Almería en otra noche de Viernes Santo

Procesión de la Soledad Procesión de la Soledad

Procesión de la Soledad / RAFA GONZÁLEZ (Almería)

Parece que hemos vivido un sueño, pues en un abrir y cerrar de ojos se nos ha escapado momentos vividos muy intensamente. Ya en la mañana del Viernes Santo se alzaba un sol tímido entre nubes y claros. Anunciando la clara posibilidad de que no todo estaría decidido hasta el ultimo momento. A medio día cientos de personas salieron a las calles de la capital para dirigirse a los templos que esperaban que se abrieran sus puertas en la tarde. Las de la iglesia parroquial de Santiago Apóstol se encontraban totalmente obstruidas pues no querían perderse el poder del a la Virgen de la Soledad y a San Juan Evangelista antes de la llegada de la noche. Bancos repletos elevando oraciones al cielo, en el que las mujeres con mantilla no faltaron.

Cofrades y no cofrades no solo salieron a la calle para visitar las Iglesias. Aprovecharon también para llenar las terrazas de todos los bares y restaurantes con una amplia oferta gastronómica. Con un sol que irradiaba tranquilidad ante las posibles adversidades.

A las cuatro y media de la tarde Francisco Escámez Mañas, canónigo archivero de la Catedral, consiliario de la hermandad y párroco de la misma, era quien comenzaba una homilía para todos los allí presentes antes de la salida procesional. Tras su finalización, un grupo de hermanos, comenzó a levantar los bancos, mover los pasos, colocar las alfombras y dejar colocadas las insignias. Ultimando preparativos en una tarde que poco a poco se iba convirtiendo en noche.

Muchas personas llegaban a la puerta de la torre de Santiago, ataviadas con los hábitos de sarga color negro, de cola y escapulario. Desde los más grandes, hasta los más pequeños.

Si hay algo que mantiene hasta el ultimo momento en incertidumbre a la corporativa de la hermandad. Es saber el número exacto de nazarenos que va a llevar en filas. Porque son varias las familias con amplio número de representantes de las mismas las que se acercan desde fuera de la provincia para salir en estación de penitencia.

Con un poco de demora la cruz de guía comenzaba a abrir el itinerario desde su iglesia de estilo renacentista, hasta el casco antiguo de la capital. Pasando por los conventos de las Claras y las Puras. El guión de San juan, bordado en hilo de oro del siglo XVIII, daba paso propio misterio, de estilo neobarroco. Realizado por el ebanista Francisco Bailac y tallado por el mismo Francisco San Román.

Con prontitud se dejo ver por las calles donde las aceras se encontraban abarrotadas de publico a la salida. Su capataz Jorge Alonso Ramírez, daba las ordenes precisas para que la majestuosa obra de arte, tallada a golpe de gubia, no sufriera ningún desperfecto en la estrechez de algunos rincones del itinerario. Una vez que toda la corporación se encontraba en la calle se empezaron a escuchar las primeras saetas a la Virgen de la Soledad. Dos fueron los puntos de cante que destacaron en una noche húmeda y fría. El primero de ellos en la plaza de Masnou, con Alfonso Salmerón y Antonio el Niño de las Cuevas, lugar donde sus voces se elevaron el cielo. Y el segundo y más característico es al regreso a su sede canónica. Los dos artistas anteriores más, María José Pérez, Ana Mar, Rocío Zamora y Edu López. Entonaron cada uno de ellos una bella interpretación de lo que se estaba viviendo en esos momentos en aquel lugar donde brotaba la inspiración. Todo el publico rompió el silencio marcado durante todo el recorrido para alabar las palabras emanadas de las gargantas de esos interpretes.

En el preciso instante que la séptima saeta finalizó, a golpe de llamador por sus capataces Basilio y Agustín García. Poco a poco el paso se introdujo ya de vuelta en su casa. Para así de esta bella manera despedir una noche más una Semana Santa tan efímera para muchos y tan dilatada para otros.

Donde los sueños se hacen realidad. Donde los momentos se pueden hacer eternos. Lugar donde el adulto deja de crecer, para volver a ser un niño, que desde muy temprana edad acompañaba a sus imágenes titulares. Buenas noches luna llena, buenas noches costalero, buenas noches nazareno.Ahora toca descansar, a la espera de que el tiempo vuele, para poder verlos nuevamente procesionar por las calles de la ciudad en un nuevo Viernes Santo.

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