Día de silencio y luto que comenzó con la procesión del Cristo de la Agonía y Nuestra Señora de las Angustias, patrona de Tabernas, del Paso Celeste. Dos pasos portados a hombros, el primero de ellos con el Cristo, Nuestra Señora del Amor y Santa María Magdalena, y el segundo con la Virgen y Cristo muerto, que fueron acompañados por la Agrupación Musical Santísimo Cristo del Perdón de Guadix y Nuestra Señora del Rosario de Cuevas del Almanzora. Esta cofradía celebra el cuarenta aniversario de su fundación en 1982 por lo que han organizado diferentes actividades conmemorativas. 

La austeridad y el recogimiento llegó con la procesión del Santo Entierro a las 20:00 horas con los pasos Cristo Yacente y el Santísimo Cristo de la Buena Muerte del Paso Morado. El silencio solo fue roto por la gravedad de los timbales que acompañan al Cristo, una sección musical de percusión perteneciente al Paso Morado con el nombre de ‘Silentium Nazareno’ que está compuesta por jóvenes hermanos y simpatizantes. Además, contaron con el trío de Capilla Musical Trivium durante su recorrido. 

La celebración del Viernes Santo culminó con el Paso Negro, que inició la Procesión de la Soledad con María Santísima de la Caridad, un paso de palio, mientras se contemplan los Misterios Dolorosos del Santo Rosario. La talla con una alzada de 1,70 metros fue realizada en 2018, una virgen de gesto apenado y contenido, con la boca entreabierta y leve giro con inclinación de la cabeza hacia la izquierda y manos entrelazadas.