Bajo Palio

El aire cargado de espiritualidad envuelve la noche del Viernes Santo

  • La noche del Viernes Santo en Cuevas del Almanzora olía a cirio, azahar y dolor. Imponente respeto y silencio en las calles

La Semana Santa llegaba el pasado viernes al punto grandioso de la Pasión con la procesión del Santo Entierro, que organiza el Ayuntamiento de Cuevas del Almanzora. El redoble de tambor inunda toda la ciudad a medida que los pasos, escoltados por miles de cofrades, avanzan por las calles cuevanas ante la mirada emocionada de fieles y el sufrimiento de la Virgen.

La procesión del Santo Entierro de Cristo, en la que participa la Hermandad de María Santísima de los Dolores, es solemne y silenciosa. Si la lluviacaída en otros lugares impedía la salida de los desfiles procesionales, en Cuevas del Almanzora la emoción calaba hasta los huesos; el respeto, el silencio, la mirada, todo era acorde a una de las estampas más terribles: la muerte de Jesús, previamente maltratado, mancillado, ultrajado, entregado y crucificado. Cada uno de los cirios flameantes era una oración de desagravio; se advertía en la manera de llevarlo, en cada una de las gotas de cera que caían al suelo como lágrimas perdurables hasta el próximo Viernes Santo que no por repetido es menos doloroso.

Cuevas del Almanzora despertará hoy domingo con júbilo. El pasado Viernes dejó el sello de la devoción y de la solidaridad humana con el dolor del hombre que vino a salvarnos.

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