Semana Santa

Las cofradías y los programas de la Feria de agosto

  • A finales del siglo XX, las diferentes hermandades imprimían programas para difundir las fiestas, sus actividades y obtener ingresos extras con los patrocinadores

  • Horarios y recorrido de la Semana Santa

Penitente de la Santa Cena.

Penitente de la Santa Cena. / JAVIER ALONSO (ALMERÍA)

A finales del siglo XX, la hermandades y cofradías de Almería tuvieron con la feria de la ciudad una relación especial y, ya, irrepetible. Durante la década de los ochenta y noventa, muchas directivas editaban programas con los festejos de agosto, con el fin de difundir la actividad lúdica en honor de la Virgen del Mar, pero también para exponer sus actividades religiosas y altruistas y obtener algunos ingresos con los patrocinadores.

En 1987, la cofradía del Prendimiento editó un modesto programa de feria que sirvió para obtener unos ingresos extras a las cuotas de los hermanos. En aquel programa de hace 34 años, con la Virgen del Mar en todos azules en la portada, se anunciaron empresas que ya han desaparecido, como la “Perfumería Dyán”, “Regalos Caparrós”, la vinacoteca “Paris & Paris” de la plaza Marqués de Heredia o “El Rinconcillo”, que antes de ser bar de copas era un prestigioso comercio. En el prólogo del librillo de 24 páginas Enrique Marín ya hablaba de la discriminación institucional hacia Almería; “si los almerienses no nos despertamos será siempre una ciudad incomunicada… será siempre la olvidada, la cenicienta, pero en este caso sin príncipe”.

Durante varios años, Prendimiento siguió con sus ediciones de feria; así, para la de 1992 ya incluía noticias de la hermandad, fotos de imágenes titulares y amplia información de las actividades diarias de feria. Entre sus anunciantes estaban “Todo-Ba”, “Confitería La Colmena” y “Telesol”, aquella emisora de TV local pionera en muchas cosas pero que se esfumó de las ondas.

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La cofradía de Estudiantes fue otra de las pioneras en imprimir programas de la feria de agosto. Para 1989, cuando era hermano mayor Ramon López Linares, reprodujo el pregón oficial de Inocencio Arias, un compendio de la historia de la Patrona de la ciudad y datos e imágenes de sus titulares. Era un programa completo, dirigido por José Luis Cantón Pavón, y en el numerosas marcas y tiendas clásicas de Almería se anunciaron “Disco Pub Robinson”, “Bar Cielo”, “Deportes Rizos” o “Calzados El Misterio”. En 1991 o en 1995, Estudiantes editó otros grandes programas de feria, con 56 y 76 páginas respectivamente. Allí se anunciaron “Librería Cajal”, “Calzados La Noche”, “Coppelia” o el “pub Mambo” de la Plaza de los Burros. Estudiantes, además, se incorporó a las entidades que montaban caseta nocturna en el real de la feria donde sus cofrades hacían de voluntariosos camareros y cocineros, como en las cruces de mayo.

Más rápidos que el Ayuntamiento

La Hermandad de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén y Nuestra Señora de la Paz, conocida como “la Burriquita”, se apuntó a la moda de difundir los festejos de agosto mediante programas privados. Hay que decir que algunos de éstos salían a la calle antes que el del Ayuntamiento, en unas estrategias por obtener las actividades oficiales, dignas del más puro estilo detectivesco. En 1991 y 1992, Antonio Asensio Montoya como hermano mayor y su consiliario Antonio Franco Lopez dieron el visto bueno a dos programas modestos, pero que también permitieron el doble objetivo de difusión y financiación. En esa ocasión de hace 30 años ya había anuncios de restaurantes chinos y de gimnasios, como el “Barry Gym”, de la antigua Rambla Alfareros, de los pubs “Luna Park” y “Coral” en Nueva Andalucía, la “Barbacoa Los Maños”, la “Pizzería Al Horno de los Díaz” o el mítico video club “Hitchcock” en la calle Gerona.

Entre 1989 y 1992 la cofradía del Encuentro sacó sus programas de agosto. Con portadas en color y entre 24 y 40 páginas, el hermano mayor Pedro José Martínez Huete resumió los cultos litúrgicos a la Patrona, reseñas históricas de la capital, fotos de las imágenes titulares y el horario de las actividades previstas para cada día. “Uberam”, “Confecciones Serrano”, “Cafetería El Paso”, “Galerías El Blanco y Negro” de la calle de las Tiendas, “Croissanterie Karpa” de la calle Gerona, el Burguer “Mc Mickey” de Oliveros, “Bar Cortijillo” de la calle Trajano, “Mercería Madiló” de la Puerta Purchena o la bodega “La Chota del Tío Mateo” de Ciudad Jardín eran algunos de sus patrocinadores.

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Mención aparte merece la Cofradía de la Soledad que, en 1993, coincidiendo con su 125 aniversario, editó un gran programa de feria. Sirvió, además de aportar datos de la Patrona, los toros, conciertos y la relación de las 42 casetas, para promocionar la efeméride religiosa, difundir varios concursos e informar a sus hermanos y costaleros de la actividad anual. El apoyo del comercio fue significativo, con numerosos anuncios de empresas y sociedades que aun ofrecen sus servicios -como “Kiosco Amalia”- y de otras que ya cerraron: “La Lagartera” de la plaza de San Pedro, “Papelería Avenida” del Paseo o “Perfumería Hispania” de Juan Lirola.

En 1985, la Cofradía del Silencio no solo editó un programa de feria, sino que montó una caseta en el real, llamada “La Saeta”. Todas las noches había concursos, diversión y actuaciones de cantantes o grupos, como “Velar Rociero”. Juan Rafael Aguilera fue el coordinador, quien en el saluda del programa afirmaba que Silencio quería estar presente en la feria porque “nos sentimos cofrades y a la vez almerienses”. Hace 36 años de eso, por lo que muchos de los patrocinadores han cesado su actividad comercial: “Confecciones Acapulco” de la calle Ricardos donde ahora está el “Bar Alcázar” “Regalos Meca”, “Bar Los Espumosos” del Paseo, “Cafetería Tívoli”, “Bar Los Mariscos” o “Autoservicios Aldi”. Durante los noventa, Silencio volvió a repetir experiencia con los programas de verano, aunque de forma más modesta.

La cofradía de la iglesia de San Sebastián, la del Cristo del Amor, editó 500 programas de feria en 1992. Se encargaron de ello el cuerpo de costaleros y no la directiva de la hermandad, pero el fruto fue similar al de otras. Poemas a sus titulares, como el de Salvador García Valls, fotos y los festejos. Llevaba pocos anunciantes y casi todos del área de influencia de la parroquia, pero los suficientes para abonar la impresión. Allí se promocionaron “Bar Nando” y “Confitería Nieto” de la calle San Leonardo, “La Oca”, “Regalos Caché”, “Animalia” y “Almería Musical” ambas de la calle Terriza o “Elisa Modas”.

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La Hermandad del Rocío ha sido una de las entidades populares religiosas que mantuvieron durante tiempo su tradición de montar caseta de feria. En 1990 también editó un grueso e interesante programa con fotos de sus acciones, poemas y numerosos patrocinadores: “Cervecería Valverde” -la que hacía bocadillos en Martínez Campos-, “Restaurante Bayyana”, “Bar Los Claveles”, “Bodega La Reguladora”, “Pub Endanza”, “Bar El Turia” o “Tapicerías El Kilo Americano”.

Sin duda, evocar aquellos programas de feria editados por las hermandades y cofradías nos retrotraen a unas fiestas diferentes, pero también a una Almería y a un comercio ya inimaginables.

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