Supercopa de España

El Sevilla parte hacia Tánger en un ambiente enrarecido

  • La expedición sevillista pone rumbo a Marruecos con retraso, pocos seguidores en el vuelo chárter y muchas charlas sobre el asunto de los extracomunitarios

La plantilla sevillista, en la sala de espera del aeropuerto de San Pablo.

La plantilla sevillista, en la sala de espera del aeropuerto de San Pablo. / Antonio Pizarro

El Sevilla juega esta noche la Supercopa de España en Tánger ante el Barcelona en medio de un ambiente enrarecido. El vuelo chárter que traslada al equipo parte hacia Marruecos con retraso, pues estaba previsto que volara a las 11:00 y lo ha ha hecho finalmente más allá de las 11:40. Y el ambiente de la expedición responde al contexto de una final que llega viciada desde su misma organización, que ha producido un fuerte desencuentro entre el Sevilla y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Precisamente la guerra de comunicados de la víspera del partido es lo más comentado entre los viajeros. La RFEF justificó su decisión de permitir que, por ejemplo, Coutinho pueda jugar sin tener pasaporte comunitario con una nota en la que argumentaba que la Supercopa es una competición que no tiene "carácter profesional" jurídicamente según los estatutos y reglamentos del organismo rector del fútbol español. A eso contestó el Sevilla más allá de la medianoche advirtiendo de que si el Barcelona alinea a más de tres extracomunitarios, como es preceptivo en el fútbol español, e incluso europeo, denunciará tal alineación indebida.

En Tánger habrá unos 3.000 sevillistas apoyando al equipo de Pablo Machín, que incluso realizó un llamamiento para que la afición no persistiera en su postura mayoritaria en contra de acudir a Marruecos para presenciar esta final. Sin embargo, allí el ambiente es muy distinto, pues la ciudad portuaria está viviendo el acontecimiento como una gran fiesta. Como prueba de ello, José Castro inaugurará este mediodía la nueva sede de la Peña Sevillista de Marruecos.

En el Estadio de Tánger habrá mayoría de seguidores barcelonistas, un club con muchísimo predicamento en Marruecos, pero también habrá una nutrida presencia de sevillistas, tanto desplazados como vernáculos.

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