El juez basa su conclusión en el hecho de que después de propinar el empujón, el alcalde la sujetase durante varios segundos, por lo que asegura que “parece clara” su intención de evitar que pudiese “utilizar nuevamente el megáfono cerca de su cara”. Además, indica que es “significativo” el hecho de que después del empujón se iniciase una discusión entre ambos, en la que el alcalde “parece estar reprochándole alguna cosa, lo cual también es compatible con la versión de los hechos que ofreció en el acto de la vista”.
🎥❌Así reaccionou #Jácome ante as reivindicacións dos traballadorxs do servizo de transporte urbano que hoxe iniciaron a súa folga indefinida😡Intolerable e vergoñento, #Ourense non merece isto, unha vez máis. Que opina o #PP de @FeijooGalicia que o mantén como Alcalde? pic.twitter.com/EIoY24sstB
— Natalia González /❤️ (@NataliaGlezB) May 3, 2022
En el juicio, el regidor afirmó que en ningún momento tuvo la intención de agredir o maltratar a la participante en la concentración. Así, manifestó que lo único que pretendía era “apartar a la denunciante” y que reaccionó de ese modo “por la utilización que realizó del megáfono, justo a escasos centímetros de su cara”. Además, declaró que tenía “temor a que le pudiese causar algún tipo de lesión auditiva”.
El juez señala en la sentencia que “bien es cierto que su reacción quizás sea un tanto desproporcionada”, pero subraya que “en ningún momento alcanza la intensidad suficiente como para ser considerada delictiva”. En el relato de hechos probados, el magistrado asegura que durante la concentración, el alcalde “tuvo la intención de dirigirse a los manifestantes empleando un megáfono que a tal efecto parecía poner a su disposición la denunciante”.
Sin embargo, según la sentencia, “inmediatamente” se produce “un cambio de actitud” en el alcalde, “quien parece estar enfadándose, al tiempo que se dirige a la denunciante empleando la expresión ‘no me toques’, lo que a su vez provoca una reacción en la denunciante, quien se baja la mascarilla, toma el megáfono y a escasos centímetros de la cara del señor alcalde grita la expresión ‘fala”.
Ello, según el fallo, provoca que el regidor “la empuje de forma brusca para, acto seguido, sujetar durante varios segundos a la denunciante, justo hasta el momento en el que varias personas se interponen entre ambos, iniciándose entonces una pequeña discusión entre ambos, concluyendo de este modo el incidente”. Contra la sentencia cabe presentar recurso.
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