Sociedad

El coronavirus también amenaza la prensa plural

  • El desplome publicitario por la pandemia contrasta con el esfuerzo humano y técnico que están haciendo los medios estos días

  • El sector pide ayudas al gobierno para poder seguir informando en estos momentos de alarma sanitaria

Un quiosquero en plena labor

Un quiosquero en plena labor / DS

La pandemia del Covid-19 está poniendo de relevancia más que nunca la necesidad de unos medios plurales, independientes y profesionales que sirvan para mantener informada, con calidad y rigor, a una población que debe permanecer recluida en sus hogares. Los medios de comunicación, conscientes de su papel fundamental en la lucha contra el coronavirus y de la gravedad del momento, están desplegando sin reservas todas sus capacidades en un contexto cada vez más difícil. Su colaboración con las autoridades sanitarias y políticas está siendo fundamental en el combate contra la pandemia.

Sin embargo, y paradójicamente, este esfuerzo se ha visto acompañado por un auténtico desplome del mercado publicitario, del que viven la práctica totalidad de los medios privados. El problema es fácil de comprender: a más esfuerzos materiales y humanos, menos ingresos que permitan la supervivencia de los medios privados, que son los que garantizan la pluralidad y la fiscalización del poder político, fundamentales en cualquier democracia.

Y todo esto ocurre en un sector que ya sufrió especialmente el crack de 2008, al que se unió una crisis específica de la prensa desatada por la digitalización de la información, bache del que aún hoy todavía no se ha salido. De hecho, el golpe del coronavirus llega a la prensa sin haber todavía iniciado el inevitable viaje hacia nuevos modelos de pago que permitan su supervivencia. El temor es que nos enfrentemos a una segunda crisis de consecuencias catastróficas para el empleo, para la calidad de la prensa y para la esencia de lo que representa y ha representado en los momentos más críticos de nuestra reciente historia.

La anulación de cuentas publicitarias en estos primeros días de la crisis es de entre 75% y el 80%

Las cifras de esta caída de los ingresos no dejan lugar a dudas. La anulación de cuentas publicitarias en estos primeros días de la crisis es de entre 75% y el 80% en relación con el mismo periodo del año anterior. Y estamos a punto de entrar en el trimestre más importante en facturación del año. Según la consultora Media Hotline, el impacto que podría tener para este año 2020 la caída de la publicidad provocada por el coronavirus si situaría en torno a los 200 millones de euros para el conjunto de los editores en sus productos tanto impresos como online.

Hay quien ya habla de “caída libre” y cada vez cunde más la certeza de que, si no se toman medidas urgentes, el sector se podría ver en una situación parecida a la de la crisis económica, con reducción de los ingresos publicitarios de hasta el 50% y despidos masivos en las empresas. Los medios se están quedando sin el pulmón financiero necesario para acometer su tarea justo en el momento que son más necesario que nunca.

Esto, evidentemente, sólo afecta a los medios privados, que son la base de la pluralidad informativa y de opinión, porque los públicos tienen asegurada su supervivencia vía presupuestos públicos, tanto del Estado como de las diferentes autonomías.

Entre otras medidas se piden líneas de liquidez para atender los pagos que quedan de 2020

Las empresas editoras, conscientes de la gravedad del momento, han acogido sin rechistar el decreto ley que establece el estado de alarma, que en su artículo 19 establece que “los medios de comunicación social de titularidad pública y privada quedan obligados a la inserción de mensajes, anuncios y comunicaciones que las autoridades competentes, delegadas, así como las administraciones autonómicas y locales, consideren necesario emitir”.

Sin embargo, sí piden al Ejecutivo que se tomen una serie de medidas de apoyo al sector privado que garanticen su continuidad, para que así puedan seguir prestando el servicio esencial que la sociedad demanda en un momento inédito en la historia de la democracia.

Éstas medidas son, fundamentalmente, las siguientes:

1) Líneas de liquidez para poder atender los pagos en lo que queda de ejercicio 2020 (si se combinan con otras medidas, podrían ser suficientes entre 125 y 150 millones de euros).

2) Bonificación total de las cuotas de la Seguridad Social del presente ejercicio.

3) Inversión publicitaria de Gobierno Central, Gobiernos de CCAA y Organismos públicos, distribuida conforme a criterios objetivos.

4) Estímulo a la actividad de los quioscos, considerando de forma explícita a los periódicos como productos de primera necesidad.

En las empresas editoras de periódicos hay gran malestar porque Correos, amparándose en el Servicio Postal Universal, se está negando a la entrega de los periódicos a ciudadanos suscritos a los mismos que habitan en zonas con difícil acceso a un punto de venta. Lo cual está suponiendo una verdadera agresión al derecho de los ciudadanos a recibir información libre y veraz, más en esta situación de emergencia y alarma social.

Precedente en la Transición

Estas medidas no supondrían estrictamente una novedad. Ya durante la Transición, el gobierno de la UCD tomó medidas similares, que luego fueron sancionadas por el primer Ejecutivo socialista, para garantizar la necesaria existencia de una prensa libre que acompañase el proceso de democratización tras la muerte del general Franco.

Durante 13 años se facilitaron recursos a los periódicos para adaptarse al nuevo entorno tecnológico (por entonces se estaba iniciando la informatización de las redacciones) en unos años marcados por la llamada Crisis del Petróleo. El Estado fue consciente de la necesidad de asegurar la supervivencia de la prensa plural, la misma que ahora vuelve a estar amenazada por la pandemia del coronavirus.

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