Violencia machista

Orden de detención internacional contra Tomás Gimeno por dos delitos de homicidio

Tomás Gimeno

Tomás Gimeno

La orden internacional para la detención de Tomás Gimeno por un delito de sustracción de menores ha sido sustituida por otra referente a la presunta comisión de dos delitos agravados de homicidio y uno contra la integridad moral en el ámbito de la violencia de género.

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha comunicado que la autoridad judicial ha dejado sin vigencia la primera orden internacional dictada, después de que el pasado jueves fuese hallado el cuerpo sin vida de Olivia, de 6 años, quien había desaparecido junto a su padre y su hermana Anna, de 1 año, el pasado 27 de abril.

Igualmente la juez instructora del caso ha declarado la pérdida de competencia del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Güímar en favor del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Santa Cruz de Tenerife, donde tiene su domicilio la madre de las niñas.

Gimeno presuntamente mató a las niñas en su finca en un plan preconcebido

Tomás Gimeno presuntamente habría dado muerte a las niñas en su finca de Igueste de Candelaria en un plan preconcebido que tenía como fin provocar a su ex pareja el mayor dolor que pudiera imaginar.

Esta es una de las premisas que señala la magistrada titular del Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción número 3 de Güimar en un auto dictado este sábado para informar al Ministerio Fiscal sobre la procedencia de dejar sin efecto la vigente orden internacional para la detención de Gimeno por delito de sustracción menores.

Recuerda la magistrada que las actuaciones penales se iniciaron el 28 de abril, cuando la Guardia Civil puso en conocimiento del Juzgado la denuncia de Beatriz Z. por la sustracción de sus hijas menores, y el último lugar conocido donde habían aparentemente estado era el domicilio de su padre, en Igueste de Candelaria, y que éste había anunciado que no las iba a devolver.

Las niñas no fueron devueltas a su madre, que mantenía su custodia "de hecho" y con quien convivían desde que la relación entre los progenitores se rompiese hace aproximadamente un año, a partir de lo cual Tomás residía en Igueste de Candelaria y Beatriz junto a las niñas en Radazul (El Rosario).

Según el auto, que recoge la cronología de los hechos tras la desaparición de las pequeñas, desde la separación Tomás mantuvo de forma constante hacia Beatriz un trato vejatorio y denigrante, dirigiéndole a diario comentarios descalificativos, ofensivos y ultrajantes, en particular enfocados a menospreciarla por haber rehecho su vida con una nueva pareja y manifestando además, de forma reiterada, que no toleraba que éste compartiera momentos con sus hijas.

Si bien sólo se ha localizado, hasta el momento, el cuerpo de Olivia, la hipótesis fáctica más probable respecto a Anna es, desgraciadamente, la misma, apunta la jueza, que indica que Tomás había planificado los atroces actos en un plan preconcebido para fin provocar a su ex pareja el mayor dolor que pudo imaginar, a la que de forma deliberada quiso colocar en la incertidumbre acerca de la suerte o destino que habían sufrido en sus manos las niñas.

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