Los Mossos y la Policía Local de Figueras (Gerona) identificaron ayer y dejaron marchar al hombre arrestado horas más tarde por degollar a otro sin mediar palabra, después de que una mujer los alertara de que un desconocido la estaba persiguiendo con un cuchillo.

Fuentes de la investigación han informado de que el homicida fue condenado a 14 años de reclusión en un psiquiátrico tras matar en 2006 a la dueña del piso en el que vivía y que ayer mismo, a las 14:55, poco antes del crimen, intentó matar a otra mujer tras perseguirla por la calle Jonquera de Figueras con un cuchillo.

Esta mujer logró refugiarse en la escuela Cor de Maria y alertó a la Policía, pero cuando llegaron los agentes lo identificaron y lo registraron y, como no encontraron en su poder ningún arma blanca, lo dejaron ir. Horas más tarde, sobre las 20:30, el hombre se acercó a un vecino de Figueras de 64 años que estaba sentado en un banco de la Rambla con dos amigos, y, sin mediar palabra, le clavó el cuchillo en el cuello.

El atacante esperó a la Policía tras el asesinato

El atacante tiró el cuchillo en unos arbustos y se sentó en el banco contiguo a esperar a que llegara la Policía. Pocos minutos después, le detuvieron agentes de la Guardia Urbana. La víctima murió cuando era trasladada por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) al Hospital de Figueres, y su cuerpo se encuentra en el Instituto de Medicina Legal de Girona para practicarle la autopsia.

Los agentes de la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos de Gerona intentan averiguar si se trató de un ataque aleatorio o víctima y agresor tenía algún tipo de relación previa. El homicida, un marroquí de 41 años, permanece en las dependencias de los Mossos de Figueras y se prevé que pase en las próximas horas a disposición judicial. El ahora detenido ya fue juzgado por la Audiencia de Gerona en mayo de 2008 por haber matado dos años antes a la dueña del piso donde vivía en Figueras, una mujer con dos hijos de 6 y 8 años.

El Alto Tribunal gerundense concluyó que la madrugada del 31 de octubre de 2006, el procesado sufrió un episodio psicótico, cogió un cuchillo y mató a la mujer. El atacante tenía diagnosticada desde 2004 una esquizofrenia paranoide, que ya le había llevado a estar ingresado en varias ocasiones en centros psiquiátricos.

La Fiscalía pedía para él 20 años de cárcel por considerarle autor de un delito de asesinato, pero finalmente fue acusado de un homicidio con la agravante de abuso de superioridad y se le apreció la eximente completa de responsabilidad penal por enajenación mental, porque en el momento de los hechos se consideró que tenía sus capacidades mentales anuladas. La Audiencia le acabó condenando a un máximo de 14 años de reclusión en un centro psiquiátrico, bajo la supervisión de los médicos especialistas, que eran los que debían decidir cuándo estaría "curado" para volver a ser puesto en libertad.