El martes, 7 de febrero, sobre las 9 de la noche, la sala del 091 recibió un aviso de un posible caso de violencia machista en la localidad valenciana de Alaquàs, según informó la Jefatura Superior de la Comunidad Valenciana.

Quien llamaba era la propia víctima y alertó de que su pareja era cazador y que supuestamente había tomado drogas. Se activó, de esta manera, el protocolo de urgencia que desplazó a patrullas de la Policía Local y de la Policía Nacional.

Los primeros en llegar fueron éstos últimos y se encontraron con la víctima en la calle, muy nerviosa. Les contó a los agentes que un rato antes había mantenido una fuerte discusión con su compañero sentimental en el piso de ambos.

Tras una breve entrevista, los policías subieron al domicilio para hablar con el presunto agresor pero quien les abrió la puerta del domicilio fue un amigo suyo. Éste les explicó que el presunto agresor había huido por el balcón de la casa. Al parecer, el hombre ya era conocido con anterioridad por la Policía por consumir drogas y por una detención por quebrantamiento de medidas cautelares.

La persecución

Los policías subieron a la terraza del y lo localizaron escondido, momento en que le dieron el alto. El presunto agresor no hizo caso e inició una huida saltando de azotea en azotea hasta que en una de ellas perdió el equilibrio y se precipitó al vacío, lo que le produjo la muerte en el acto. 

Los agentes que iban tras él habían parado la persecución instantes antes porque se encontraron con una reja metálica que les impidió seguir tras él por considerar demasiado peligroso el recorrido. Al hombre, de nombre Rubén, lo encontraron en la vía pública sin pulso ni respiración.

Iniciaron maniobras de reanimación cardiopulmonar por turnos hasta que llegó una ambulancia, cuyos profesionales tampoco pudieron hacer nada por salvar la vida de este hombre y acabaron certificando su fallecimiento alrededor de las 23:30 horas del mismo martes.

Rubén tenía 45 años y numerosos antecedentes policiales, algunos de ellos por malos tratos, aunque no ha trascendido si eran hacia la mujer que denunció los hechos o hacia otra persona.

Según fuentes policiales, el fallecido había tenido dos órdenes de alejamiento de su pareja que estuvieron en vigor hasta el año pasado, aunque en este momento no había ninguna medida cautelar. 

El cuerpo sin vida de Rubén fue levantado a las 23.15 horas por el Juzgado de Guardia de Torrent y trasladado posteriormente al Instituto de Medicina Legal de València para practicarle la autopsia.

Agentes del grupo de la Policía Judicial de la comisaría de Xirivella (Valencia), que han asumido la investigación, han comenzado a tomar declaración al entorno de la víctima así como a los vecinos del edificio para esclarecer lo sucedido.