Dada la peligrosidad de conducir bajo los efectos del alcohol, lo ideal es no consumir bebidas alcohólicas si se sabe que se va a coger el volante. El límite establecido en España es de 0,5 de alcohol por litro de sangre (0,25 mg/l de aire espirado), superar esta tasa en un control de alcoholemia supone una infracción. Sin embargo, los nuevos conductores y los profesionales tienen un límite reducido: 0,3 gramos de etanol en sangre y 0,15 mg/l en aire espirado.

No se puede con exactitud con qué cantidad de alcohol se llegaría a ese límite, puesto que la velocidad de absorción depende de factores como el sexo de la persona, su peso o si se ha bebido en ayunas. Es decir, la misma cantidad y tipo de alcohol no afectará a dos personas de igual manera.

Pero eso no quiere decir que no se puedan hacer estimaciones. Desde la DGT hacen aproximaciones sobre la cantidad de vasos de las bebidas más habituales que se requieren para superar la tasa. En el caso de los tercios de cerveza, solo serían necesarios dos para que mujeres entre 50 y 70 kilogramos superaran dicho límite; mientras que, con la misma bebida, los hombres entre 70 y 90 kilogramos necesitarían un tercio más para sobrepasar el 0,5 de gramos en sangre.

Tabla de estimaciones

Factores a tener en cuenta

El haber comido o no en el momento de la ingesta de alcohol, así como la cantidad que se bebe, el peso de la persona o el sexo de la persona, son algunos de los factores que ya se han comentado y que afectan a la cantidad de alcohol que hay en sangre. Sin embargo, otros factores a tener en cuenta son la edad de la persona o las características de la bebida.

Respecto a esto último, las bebidas fermentadas tendrán una absorción más lenta, mientras que si son destiladas, se acompañan de bebidas gaseosas o se toman calientes, la velocidad de su paso a la sangre es superior.

También puede afectar la hora del día en la que se realiza la consumición, por ejemplo, al dormir la eliminación del alcohol por el organismo es más lenta; pero también afecta al proceso de absorción que la persona tenga alguna enfermedad o esté pasando por una etapa estresante.

En cualquier caso, desde la DGT recuerdan que el alcohol puede detectarse en sangre a los 5 minutos de la ingesta. El tener 0,5 gramos por litro de sangre (la cantidad que establece el límite marcado por ley) duplica las posibilidades de colisión, por lo que siempre es preferible no conducir si se ha consumido alcohol.