Sociedad

¿Quién fue la persona que inició la tradición del portal de Belén?

Recreación del Belén de San Francisco de Asís en el santuario de Greccio

Recreación del Belén de San Francisco de Asís en el santuario de Greccio / PIXABAY

Se acerca la Navidad y es momento de adornar nuestros hogares con los tradicionales árboles y belenes. Rescatar las piezas guardadas con cariño cada año en cajas, muebles o trasteros e intentar aumentar o completar nuestra colección acudiendo a los diferentes puestos o establecimientos que emergen por estas fechas, como en la Feria del Belén.

Son fechas marcadas en el calendario que anticipan el reencuentro con familiares, recuerdos de niñez que nunca se olvidan y que cuando eres mayor rememoras cada vez que te pones manos a la obra para ejecutar tu particular obra. 

Los belenes representan la ilusión, la inquietud, la originalidad, el ingenio, la paciencia y el amor del que le pone el mayor de los empeños con las técnicas que tiene en su poder, más o menos específicas y más o menos sofisticadas, para recrear el paisaje y el entorno del nacimiento de Jesús de la forma más realista posible. Eso es lo que se intentó hacer con el primer Belén y lo que se sigue haciendo en la mayoría de tradiciones familiares, ya sea para enseñarlos al público o visitando todos los que puede en su habitual ruta de belenes. Pero ¿quién fue la persona que inició la tradición del portal de Belén?

El Belén, una tradición que se remonta a la Edad Media

Imagen del Belén de Diario de Sevilla montado en años anteriores Imagen del Belén de Diario de Sevilla montado en años anteriores

Imagen del Belén de Diario de Sevilla montado en años anteriores / Belen Vargas / Juan Carlos M.

La costumbre de representar el nacimiento de Jesucristo con figuras se originó en la Edad Media. El primer Belén del que se tienen noticia se lo debemos a San Francisco de Asís, que en 1223 celebró la misa de Navidad dentro de una cueva en Italia. San Francisco de Asís colocó dentro de un pesebre una imagen en piedra del niño Jesús y a ambos lados un buey y un asno vivos. Esta recreación es la que se mantiene actualmente en el santuario de Greccio.

Sin embargo, fue Carlos III quien trajo esta tradición desde Italia a España en el siglo XVIII. El monarca instaló en el Palacio Real el llamado 'Belén del Príncipe', que contaba con la Virgen, San José, el Niño, el buey y la mula. Y a partir de ahí su entusiasmo por los Belenes fue imitado en cadena, primero entre las Iglesias y lugares públicos, más tarde entre los ricos y después entre toda la población, ya que las figuritas no eran excesivamente caras. 

La composición general y colocación de todos los elementos suele ser dispar, así como la ejecución de los componentes del belén. Hay algunos que llaman la atención por su majestuosidad, ya sean de barro, escayola, madera, corcho, papel, materiales reciclados, luces…, y por su ambientación, con gran iluminación, música y efectos especiales, y otros irrespetuosos que provocan la denuncia ante su exposición

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