Un terremoto de magnitud 6,3 sacudió el centro de Filipinas sin que las autoridades informaran inicialmente de víctimas o daños, un día después de que otro seísmo causara al menos 11 muertos en el norte del país.
Las imágenes virales de la piscina de un rascacielos vaciándose durante el terremoto han causado una impresión generalizada.
El temblor ha derivado en una cascada de agua que caía por el lateral del edificio. Afortunadamente, no causó ninguna víctima mortal.
El Servicio Geológico de Estados Unidos, que registra la actividad sísmica en todo el mundo, situó el hipocentro del seísmo a 70 kilómetros de profundidad.
El mismo organismo localizó la sacudida a 8,4 kilómetros al este de Paranas, en la provincia de Samar, y a 219 kilómetros al noreste de Cebú, la principal ciudad de Visayas, la región central del país.
El terremoto tuvo lugar un día después del de magnitud 6,1 que afectó las provincias de Pampanga y Zambales, en la isla de Luzón, cerca de la capital Manila, donde los equipos de rescate buscaban hoy a 30 desaparecidos bajo las runas de un centro comercial que se hundió.
Filipinas se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.
El terremoto de M6,3 de hoy en Filipinas deja esta brutal imagen del agua de la piscina de un ático cayendo a la avenida colindante, por culpa de las oscilaciones provocadas por el seísmo que deja al menos 5 fallecidos. pic.twitter.com/9vKHfLtiKp
— TELEPLANETA (@rtveteleplaneta) 22 de abril de 2019
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