A estas alturas del estado de alarma a causa del COVID-19 todos lo tenemos claro. La principal medida para vencerlo es quedarnos en casa.

Administraciones, organizaciones ciudadanas, empresas y medios de comunicación repiten a diario esta máxima para que nadie salga de sus hogares si no es imprescindible. Aislarnos es aislar al virus.

No obstante, hay una serie de medidas que podemos seguir haciendo para que nuestras casas sean más seguras y por tanto, también la salud de los que habitan en ellas. Hay que tener en cuenta que sanitarios, camioneros, personal de supermercados y mercados de abastos, también el personal de puertos y cuerpos de seguridad siguen trabajando y entran y salen desde sus casas al puesto de trabajo.

Prohibido salir de casa si no es imprescindible.

Aquí te apuntamos algunas medidas que todos podemos hacer en nuestras casas para luchar contra el virus:

Lavarse las manos

Internet está lleno de tutoriales, opiniones de médicos o animaciones sobre cómo debemos lavarnos las manos. Las manos es el principal foco de transmisión del coronavirus ya que con las manos nos tocamos la cara (aunque sea inconscientemente) y nos contagiamos. Han de lavarse con frecuencia con agua y jabón durante, al menos, 20 segundos. 

El jabón es el que arrastra al coronavirus, por eso es importante lavarse bien todas las partes de la mano con jabón.

Desinfectar la casa.

Desinfectar la casa y la compra

Desinfectar con lejía todas las superficies del hogar es necesario para evitar partículas del exterior.

A la limpieza ordinaria de baños, cocina y resto de estancias de la casa, se hace más necesario una desinfección si algún miembro de la familia sale a trabajar. Agua y lejía serán suficientes para limpiar pomos de las puertas, la entrada de la casa, etc. También otros objetos que sacamos a la calle, como los zapatos, bolso o joyas.  

Por otra parte, aunque los supermercados y comercios cumplen a rajatabla las medidas preventivas contra el virus, es recomendable limpiar los envoltorios de los productos, como envases de plástico, cajas o bolsas. La bolsa del supermercado se tira a la basura y también el papel con agua y lejía que hemos usado. 

Aislar a la persona enferma

Si hay algún miembro de la familia enfermo, pero que no presentar síntomas o ser leves, está aislado en casa, hay que seguir un estricto protocolo de prevención:  lavarse de manos frecuente con agua y jabón o solución hidroalcohólica después de cualquier contacto con el enfermo o su entorno inmediato, que el enfermo tenga su propia habitación y baño, si es posible. La comida se le dejará en la entrada de la habitación y después se lava los utensilios. Los restos de comida, pañuelos de papel u otros artículos usados por el enfermo se meten en una bolsa de basura propia a la que se pondrá otra por encima. Se cierra y se lleva al contenedor.

Convivir con un enfermo de coronavirus en casa.

Si el cuidado requiere una aproximación a una distancia inferior a un metro, el paciente llevará una mascarilla quirúrgica y se emplearán guantes desechables si se va a entrar en contacto con secreciones del enfermo. Será considerado como contacto estrecho, por lo que deberá realizar cuarentena domiciliaria durante 14 días.

Lavar con agua caliente

La lavadora, gracias al jabón, la lejía y el agua caliente que podemos programar, es el mejor aliado para desinfectar la ropa y otras prendas. Es recomendable limpiar todos aquellos textiles que se puedan meter en lavadora, como son cortinas, faldillas, toallas de baño, fundas de almohada, manteles o paños de cocina.

Los virus, como el del COVID-19, toleran mal las temperaturas altas y se eliminan fácilmente con lejía y otros productos de limpieza. Por eso, es mejor usar programas largos en la lavadora, con un extra de jabón lario. El detergente líquido granular elimina mejor la suciedad. Y si tiene secadora, úsela porque también seca a gran temperatura.