Sentir un pinchazo en el muslo y perder el conocimiento a los pocos minutos, es el nuevo gran temor de las al estar en una discoteca.
Un informe redactado por el Instituto Nacional de Toxicología apunta que, en los últimos cinco años, un 33% de las personas que sufrieron algún tipo de agresión sexual dieron positivo en drogas, alcohol, ansiolíticos o fármacos sedantes.
El primer caso de esta sumisión química se denunció en Ibiza, aunque otras localidades como Guipúzcoa ya han dado también la voz de alarma. Este nuevo método para las agresiones sexuales se basa en inyectar una sustancia química en la víctima.
¿Qué debo hacer si me han pinchado?
El Equipo Ágora, una consultora que ofrece formación en Género, Coeducación y Políticas de Igualdad, ha compartido a través de sus redes sociales una pequeña guía que muestra la actuación correcta ante este tipo de casos. En el primer punto de esta publicación se describe lo que puede sentir una víctima de esta situación: "Noté un pinchazo y a los 15 ó 20 minutos empecé a notar que se me dormía la pierna. La sensación fue subiendo hasta el brazo y el hombro..."
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Esta droga es muy difícil de notar, así que si se siente un pinchazo hay que avisar a un policía o, en casos e estar en una discoteca, al personal de seguridad del local. Hay que acudir rápidamente al hospital más cercano para pedir un protocolo de sumisión química, y solicitar que se inicie un tratamiento preventivo contra el VIH.
Como medida preventiva, es una agresión muy difícil de evitar porque suele darse en grandes aglomeraciones. Las autoridades recomiendan no abusar ni de bebidas alcohólicas ni de drogas, y en las discotecas y bares vigilar las bebidas. Las autoridades sanitarias incluyen un listado de síntomas que pueden tener relación con la sumisión química, como visión borrosa, sueño excesivo, dificultad a la hora de moverse, ver u oír cosas raras o no recordar qué ha pasado en las horas anteriores.
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